Verde, amarillo y rojo. La Secretaría de Salud clasifica así los sitios que cumplen y no las normas de higiene.
Como ocurre en con los semáforos: verde significa siga, amarillo es precaución y si sale rojo, ni lo piense. Es el índice que funciona en restaurantes y sitios de comida de la ciudad.
Opera en forma de calcomanía, debe estar visible para los clientes y la pega la Secretaría de Salud de Medellín, que, en cifras del año pasado, reporta 22.000 visitas de control a unos 5.000 restaurantes de toda la ciudad. La meta para 2012 es aumentar esa cifra a 25.000.
"Más que una autoridad policiva lo que pretendemos es brindarles a los comerciantes información para que mejoren, tanto por su bienestar como por el de los consumidores", sostuvo Luz Viviana Gómez , líder de proyecto de la Secretaría de Salud del Municipio de Medellín y coordinadora del grupo técnico encargado de realizar las inspecciones en los establecimientos públicos.
Verificar que las condiciones físicas de los negocios sean las adecuadas (pisos, techos, paredes), al igual que el manejo de los alimentos y de la limpieza, son los aspectos fundamentales en los que ponen el ojo los inspectores que visitan, en promedio, cuatro veces al año un mismo local para constatar el cumplimiento de las normas.
Como un semáforo
El resultado de las observaciones lleva a que los negocios se hagan acreedores de calcomanías, que pueden ser de color verde, rojo o amarillo, dependiendo del nivel de cumplimiento de las normas.
"Desde 2005 empezamos con esta estrategia que funciona como un semáforo indicando las condiciones en las que encontramos cada establecimiento", precisó la señora Gómez.
Es así, como, por ejemplo, si un restaurante tiene un sello verde significa que cumple con todos los requisitos locativos y de aseo ordenados por la ley. Siga con confianza. Este balance no es tan positivo cuando el sello es amarillo o condicionado.
"Esto no es necesariamente malo sino que quiere decir que quedan algunos requerimientos pendientes por cumplir, pero que no implican un riesgo para la salud", explicó la líder.
En este caso, la determinación no amerita el cierre del local como sí ocurre cuando el resultado de la evaluación es desfavorable (calcomanía roja).
"Esta se otorga cuando no se le está dando cumplimiento a las normas sanitarias lo que implica un alto riesgo para la salud de los clientes", subrayó. Es el caso de alimentos mal almacenados, que pueden contaminarse entre sí, o cuando hay plagas.
El plazo para corregir la falla es de hasta 30 días. Si el establecimiento sigue funcionando la multa es de hasta 10.000 salarios diarios mínimos.
¿Sí cumplen?
EL COLOMBIANO hizo un recorrido por centros comerciales del sur de la ciudad para constatar la evaluación recibida por los restaurantes.
Llama la atención que la última visita realizada por la Secretaría de Salud a estos locales fue hace más de un año, en noviembre de 2010.
También resulta particular que muchos de los locales no tienen pegada la calcomanía, en un lugar visible para los consumidores, como lo exigen las normas, y que, en la mayoría de los casos, las exhibidas son de color amarillo.
Para la primera observación hay una explicación y es que, según Luz Viviana Gómez , el equipo de 21 técnicos de salubridad resulta insuficiente para realizar visitas en los 47.000 establecimientos abiertos al público que operan en Medellín.
Otro hallazgo del recorrido es que los comerciantes coinciden en afirmar que los controles de la autoridad sanitaria son muy estrictos. Esto porque, según dijeron, cualquier razón, por más insignificante que parezca, es motivo para no recibir la calificación favorable.
Este hecho lo reconoció la líder de la autoridad de control, quien precisó que deben ser exigentes porque se trata de la salud de las personas. Por esto, el consejo número uno para los comensales sigue siendo que cada vez que ingresen a un establecimiento público "se fijen bien en el color de la calcomanía para evitar dolores de cabeza", concluyó Luz Viviana Gómez.
OPINIONES
CONTROLES SON MUY ESTRICTOS
Como ocurre en con los semáforos: verde significa siga, amarillo es precaución y si sale rojo, ni lo piense. Es el índice que funciona en restaurantes y sitios de comida de la ciudad.
Opera en forma de calcomanía, debe estar visible para los clientes y la pega la Secretaría de Salud de Medellín, que, en cifras del año pasado, reporta 22.000 visitas de control a unos 5.000 restaurantes de toda la ciudad. La meta para 2012 es aumentar esa cifra a 25.000.
"Más que una autoridad policiva lo que pretendemos es brindarles a los comerciantes información para que mejoren, tanto por su bienestar como por el de los consumidores", sostuvo Luz Viviana Gómez , líder de proyecto de la Secretaría de Salud del Municipio de Medellín y coordinadora del grupo técnico encargado de realizar las inspecciones en los establecimientos públicos.
Verificar que las condiciones físicas de los negocios sean las adecuadas (pisos, techos, paredes), al igual que el manejo de los alimentos y de la limpieza, son los aspectos fundamentales en los que ponen el ojo los inspectores que visitan, en promedio, cuatro veces al año un mismo local para constatar el cumplimiento de las normas.
Como un semáforo
El resultado de las observaciones lleva a que los negocios se hagan acreedores de calcomanías, que pueden ser de color verde, rojo o amarillo, dependiendo del nivel de cumplimiento de las normas.
"Desde 2005 empezamos con esta estrategia que funciona como un semáforo indicando las condiciones en las que encontramos cada establecimiento", precisó la señora Gómez.
Es así, como, por ejemplo, si un restaurante tiene un sello verde significa que cumple con todos los requisitos locativos y de aseo ordenados por la ley. Siga con confianza. Este balance no es tan positivo cuando el sello es amarillo o condicionado.
"Esto no es necesariamente malo sino que quiere decir que quedan algunos requerimientos pendientes por cumplir, pero que no implican un riesgo para la salud", explicó la líder.
En este caso, la determinación no amerita el cierre del local como sí ocurre cuando el resultado de la evaluación es desfavorable (calcomanía roja).
"Esta se otorga cuando no se le está dando cumplimiento a las normas sanitarias lo que implica un alto riesgo para la salud de los clientes", subrayó. Es el caso de alimentos mal almacenados, que pueden contaminarse entre sí, o cuando hay plagas.
El plazo para corregir la falla es de hasta 30 días. Si el establecimiento sigue funcionando la multa es de hasta 10.000 salarios diarios mínimos.
¿Sí cumplen?
EL COLOMBIANO hizo un recorrido por centros comerciales del sur de la ciudad para constatar la evaluación recibida por los restaurantes.
Llama la atención que la última visita realizada por la Secretaría de Salud a estos locales fue hace más de un año, en noviembre de 2010.
También resulta particular que muchos de los locales no tienen pegada la calcomanía, en un lugar visible para los consumidores, como lo exigen las normas, y que, en la mayoría de los casos, las exhibidas son de color amarillo.
Para la primera observación hay una explicación y es que, según Luz Viviana Gómez , el equipo de 21 técnicos de salubridad resulta insuficiente para realizar visitas en los 47.000 establecimientos abiertos al público que operan en Medellín.
Otro hallazgo del recorrido es que los comerciantes coinciden en afirmar que los controles de la autoridad sanitaria son muy estrictos. Esto porque, según dijeron, cualquier razón, por más insignificante que parezca, es motivo para no recibir la calificación favorable.
Este hecho lo reconoció la líder de la autoridad de control, quien precisó que deben ser exigentes porque se trata de la salud de las personas. Por esto, el consejo número uno para los comensales sigue siendo que cada vez que ingresen a un establecimiento público "se fijen bien en el color de la calcomanía para evitar dolores de cabeza", concluyó Luz Viviana Gómez.
OPINIONES
CONTROLES SON MUY ESTRICTOS
Arturo Usma
Administrador
"A veces exageran, pero de todas formas lo ideal es que nos den la calcomanía verde y para eso hay que trabajar permanentemente para que todo esté en orden y muy aseado en el local".
Merly Garro
Administradora
"Creo que los controles son muy estrictos y que a veces se pasan porque encuentran cualquier cosita mal puesta y eso ya es razón para no dar el concepto favorable y a veces es injusto".