El retorno de antioqueños aumenta con la crisis económica de ese país, en donde hay unos 85 mil paisas.
No es fácil empacar diez años de la vida en una maleta y regresar a la ciudad natal, pero una vez la decisión está clara, los preparativos comienzan. David Zapata se alista para retomar su vida en Medellín, después de su paso por Barcelona.
Tiene trabajo y lo ha tenido en todos esos años en la capital catalana, pero ya no es la España que encontró hace una década, más próspera. Ahora ve desesperanza en los rostros, crisis económica y menos opciones laborales.
Este comunicador social tiene un espacio radial allí y gracias a esa labor accede a historias de muchos inmigrantes que empiezan a sentir que es hora de buscar otros rumbos. Ahora, él le apuesta a un proyecto de una productora en la ciudad, a la que ve en un buen momento.
Por eso, se da un año para terminar sus asuntos en Barcelona y posicionar su proyecto en Medellín. "Cuando hay crisis en un lugar, la culpa es del último que llegó. Así que los inmigrantes somos los que sobramos. Mi situación es diferente a la de muchos, tengo empleo y puedo programar mi retorno, con planeación".
La situación es compleja tanto para aquellos que se dedicaban a oficios calificados como para los que no. Pero reconoce que retornar no es una decisión fácil. Hay temores, sobre todo, sentirse, después de tantos años, extranjero en su propia ciudad.
Las estadísticas en el tema de las migraciones son limitadas. Sin embargo, según un estudio publicado por el Observatorio Permanente de la Inmigración, a partir de 2000 se aprecia un crecimiento en el número de colombianos en el exterior. En 2005, según distribución geográfica, Estados Unidos ocupaba el primer lugar (34 por ciento), seguido por España (23 por ciento), Venezuela (20 por ciento), Ecuador (3,1) y Canadá (2,2).
Antioquia, según ese análisis, sumaba un 13,7 por ciento de hogares con experiencia migratoria internacional .
Carlos Orozco Gómez , de la ong América España Solidariadad y Cooperación (Aesco), refuerza los datos: en la actualidad, hay unos 500 mil antioqueños por fuera del país, alrededor de 85.000 en España, un 17 por ciento.
Más experiencias
Zoraida Quiroz partió rumbo a Madrid en 2000, con el arrojo propio de los 22 años y con la esperanza de un futuro prometedor. Su esposo tenía una opción de intercambio estudiantil con una universidad.
La experiencia, reconoce, fue muy dura, a largo plazo, positiva por las experiencias vividas. "El papel de inmigrante difícil, porque después de tres meses te haces ilegal".
Se ocupó en cuidado de ancianos y de niños, y como mesera, pero regresaron en mayo de 2009, porque su plan nunca fue quedarse del todo. La decisión, que les llevó más o menos un año, se dio a raíz de la crisis. "El cambio es brusco, porque después de tantos años tienes un nivel ya de vida, una estabilidad", por eso readaptarse no es fácil, es como empezar de cero, desde detalles tan mínimos, agrega, como volver a crear historia comercial y laboral.
Antes de irse trabajaba en una empresa de renombre; en España, al principio, su equipaje era un esliping "y una maleta con cuatro cosas".
Ella no ve el retorno "como un fracaso, sino la posibilidad de retomar mi vida y de estar con las personas que quiero".
María Teresa Betancur , coordinadora de Sos Paisa, la Red de antioqueños y antioqueñas en el exterior, cuenta que se ha manifestado más el interés por regresar, por dos motivos principales: la situación económica de Estados Unidos y España, los dos destinos preferidos; y que el gobierno español ha establecido varios convenios con entidades nacionales y municipales para que los locales regresen.
Existe, por ejemplo, el Plan Retorno Positivo que se coordina desde la Cancillería, con apoyos desde sicosociales, educativos, de préstamos y en emprendimiento. Algunos, afirma María Teresa, no se regresan antes de intentar en otros países de Europa, pues son personas que sostienen a sus familias que se quedan en el departamento.
Están retornando, dice, sobre todo, aquellos mayores de 35 años y que llevaban en promedio 10 años allí. Carlos Orozco, de Aesco, comenta que en 2009 el porcentaje nacional de retorno, de los principales destinos, era de un 6 por ciento, hoy oscila entre 18 y 20 por ciento. El índice en los antioqueños es de un 12.
La oleada de retornos sigue y se aumentará, cree, y le inquieta que el país no esté lo suficientemente preparado para recibirlos.
LA MICROHISTORIA
LO LABORAL ESTÁ MUY COMPLEJO
María Sphany Tejada estuvo en España entre 2007 y 2011. Su mamá, residente en el país desde hace once años, quería que se reunieran y compartieran su vida familiar. Estudió auxiliar de geriatría, pero cuando quiso entrar a la universidad se encontró con varios inconvenientes por falta de documentación, así que se ocupó en varios oficios considerados no cualificados, pero con poca paga y muchas horas. "La mitad de mi familia estaba allá, pero todos se fueron devolviendo. Está muy duro, con las nuevas políticas del gobierno español todo se puso más complejo para los inmigrantes", contó la joven de 21 años.
CLAVES
Un fenómeno que va en aumento
1. Los antioqueños regresan de destinos como Madrid, Barcelona, Valencia, Andalucía y Bilbao.
2. Quienes retornan de España llevan entre 5 y 10 años en ese país, por eso, la decisión no es fácil de tomar.
3. El tema económico en el país puede afectarse por la baja en remesas con el retorno de los colombianos.
4. Políticas de inmigración, cada vez más rigurosas, y la crisis económica de España dificultan el panorama.
ANTECEDENTES
LA OLEADA COMENZÓ EN LOS NOVENTA
Carlos Orozco, de Aesco, cuenta que la oleada de inmigrantes a España comenzó con mayor fuerza a finales de los 90, por ser punto estratégico para Europa, por su lengua y su cultura. La población antioqueña que se marcha es, en su mayoría de estratos 2 al 4, con niveles de preparación más altos con respecto a otras regiones de Colombia, "pero la condición de inmigrante les hace dejar a un lado esas capacidades, porque los nichos laborales eran construcción, hostelería, cuidado de niños y ancianos, y servicios generales, que los españoles no querían realizar.
PREGUNTAS
Datos que arroja estudio de aesco
¿Qué otros motivos han desencadenado los retornos?
Aún en España no hay una red de apoyo consolidada como ocurre en Estados Unidos, en donde hay familias completas o vecinos que se conocen y se ayudan.
¿Qué otros destinos están entre los preferidos?
Antes de regresar se agotan las posibilidades, por eso Aesco identificó que hay procesos de "reemigración", a Chile, Brasil o Argentina, que abren mercados laborales.