Cerca de 1'200.000 usuarios moviliza el terminal aéreo internacional en esta alta temporada de junio y julio, entre vuelos nacionales y hacia el exterior.
La alegría del reencuentro con seres queridos, las miradas de quienes vienen seducidos por Medellín y los que llegan por razones profesionales, se confunden por estos días en el aeropuerto internacional José María Córdova. Unos 550.000 pasajeros han pasado por el terminal en junio y se esperan otros 600.000 en julio, cifras movidas en gran parte por la creciente demanda como destino turístico y de negocios de la ciudad.
Los registros que revela el gerente del aeropuerto, Freddy Jaramillo Giraldo, son muestra del crecimiento de la demanda por visitar la ciudad y coinciden con la expectativa de promoción para esta mitad de año, cifrada por la directora del Medellín Convention & Visitors Bureau, Diana Milena Arango, en 200.000 y 215.000 visitantes por vía aérea en los meses de junio y julio.
"Estamos entre los primeros cinco destinos turísticos del país y entre las ciudades con mayor crecimiento relativo en turismo", subraya la ejecutiva, una de las personas responsables de la imagen de la ciudad.
El gerente del aeropuerto internacional explica que el tráfico es de 17.000 personas por día en promedio, el 80 por ciento por vuelos nacionales, mientras que el 20 por ciento restante corresponde a viajes hacia y desde el exterior.
Revela que nos visitan desde ciudades como Panamá, Madrid, Fort Lauderdale, Miami y Nueva York. En promedio son 15 las llegadas internacionales cada día, que representan más de 1.900 pasajeros.
La firma operadora del aeropuerto, Airplan, destaca que el año pasado el José María Córdova, de Rionegro, movilizó 5'029.000 pasajeros y para este año la proyección es de 6'200.000. El crecimiento ya supera el 100 por ciento de usuarios desde 2008, año en que recibieron la concesión, con 2'500.000 viajeros.
"Con la oferta de nuevos destinos internacionales por vuelos directos, están llegando muchos pasajeros", señala Jaramillo, quien destaca, en lo cultural, la nutrida recepción que brindan las familias antioqueñas a sus parientes que vienen de visita.
Es el caso de Juan Carlos Rodríguez, que llegó ayer a la ciudad, procedente de Atlanta, con su esposa María Paulina Isaza. Un carnaval de parientes, con acordeón y guacharaca, pelucas de payaso, gafas narices de plástico y una pancarta desplegada les dieron la bienvenida después de diez años sin venir.
Después de una docena de abrazos, con los ojos aguados, pudo decir que la suya "es una familia maravillosa", después de empujarse un trago del licor de la tierra.
Desde la puerta de las llegadas internacionales, decenas de familiares y amigos reciben a los que arriban y también los empleados de diferentes empresas sostienen carteles más discretos con nombres extranjeros y buscan la mirada del rubio de ojos azules que resulte ser el ejecutivo que esperan.
¿CÓMO FUNCIONA?
¿LLEGAN TRES VUELOS Y HAY CONGESTIÓN?
El gerente del aeropuerto dice que está diseñado para recibir múltiples vuelos internacionales. En horas pico cuentan con funcionarios en diez posiciones para los controles, aunque algunos viajeros consideran excesivo el tiempo en la fila de inmigración. Tienen a su disposición el servicio de portaequipajes por un costo de 6.000 pesos (tarifa controlada por el concesionario), tres dólares o dos euros. Es opcional. Los equipajeros no son empleados de Airplan y los usuarios deben exigirles recibo por el servicio.
EN DEFINITIVAEl movimiento de pasajeros en el aeropuerto internacional José María Córdova, de Rionegro, es muestra del crecimiento de Medellín como destino de negocios y turismo.