Hoy, a las 7:00 de la mañana, se cumplirá un cabildo abierto para que la comunidad se exprese.
La tala de un pino antiguo dentro un predio privado, del cual se utilizará una franja para el metroplús en Envigado, desató ayer la protesta enardecida de un grupo de personas que se resiste a que la obra destruya el llamado túnel verde de este sector.
Pancartas y consignas de 'no a la tala', apoyadas por las bocinas de los vehículos que pasaban al medio día, matizaron la improvisada manifestación, liderada por el comité cívico en defensa de los árboles.
"Quieren dejar esto con palmeritas como en la 30. Las ciudades desarrolladas cuidan sus árboles", gritaba Daniel Arias desde la especie de tarima que habilitó en el separador de la avenida El Poblado.
Si bien la empresa metroplús tenía proyectada la tala de un pino, dos urapanes y 20 palmayucas, sólo se procedió con el primero ante la presión de la comunidad de la zona.
"La situación se maneja con prudencia, en el sector están los equipos social y forestal, los residentes de obra y la interventoría para explicarle a la gente", dijo un vocero del metroplús.
Pero es tal la pasión por la defensa del túnel verde en Envigado, que algunos casi que se pasaron a vivir a las zonas verdes del sector. Por lo menos Ana María Arango Villa y David Navarro, miembros del comité cívico, llegaron ayer a las 4:30 de la madrugada a la canalización de La Ayurá, y en un pequeño espacio del campamento del metroplús montaron una carpa.
"A esa hora estaba supermojado, caía una brisa constante, estaba muy oscuro y hacía mucho frío, pero se justificaba por lo que defendemos", comentó Ana María.
En la carpa guardan sus morrales, chaquetas, plásticos, bebidas, algunos alimentos y las hojas para recoger las firmas contra el proyecto.
La preocupación de ambos son los dos urapanes que están en el costado oriental de la avenida El Poblado, en el cruce con la canalización de La Ayurá, que deben ser talados para permitir la ampliación del actual puente sobre la quebrada del mismo nombre.
Uno de los funcionarios de metroplús les manifestó que estos ejemplares no los iban a tocar hasta después de la reunión de este miércoles, a las 7:00 de la mañana, en la Alcaldía de Envigado, pero ellos consideraron que nada les garantizaba que así fuera.
El ambiente se alteró cuando a menos de 100 metros se inició la tala de un pino dentro de un predio, cuyo propietario, Andrés Salazar Ramírez, explicó que está dentro de la franja de 76 metros cuadrados que tuvo que negociar para el paso del proyecto.
En cambio, sostuvo que salvarán un azahar de la India, un guayabo y un mango en el que su padre les armaba columpios a los niños. "Sacrificamos esa franja, pero se va a mejorar la vida de todos, pues necesitamos un sistema masivo o bicicletas. La protesta se tuvo que hacer hace seis años", anotó Salazar, quien está de acuerdo con la obra del metroplús.
En lugar de los urapanes y los chiminangos que talarán, sugirió que siembren árboles livianos de bonita florescencia y de rápido crecimiento como las paulonias, que pueden alcanzar hasta 30 metros en 3 años.
Al final de la tarde del martes, en el sector de La Frontera, en el costado de Euro, se generó otra protesta cuando los funcionarios de metroplús hacían el perímetro de algunos árboles que serán trasplantados.
PARA SABER MÁS
TIENE UN VALOR DE $19.000 MILLONES
El alcalde de Envigado, Héctor Londoño, defendió la intervención arbórea para continuar las obras del metroplús y sostuvo que el "cordón verde" no desaparecerá porque se sembrarán nuevos árboles y de buena altura.
El tramo 2B del metroplús en Envigado, entre el estadero Palo Grande y La Frontera, tiene una longitud de 900 metros.
El costo estimado es de 19.000 millones de pesos, incluida la interventoría.
EN DEFINITIVALa falta de socialización de las autoridades del tramo 2B de metroplús, ha sido el reclamo constante de la comunidad que habita el sector, al sostener que desconocen los detalles del proyecto.
La tala de un pino antiguo dentro un predio privado, del cual se utilizará una franja para el metroplús en Envigado, desató ayer la protesta enardecida de un grupo de personas que se resiste a que la obra destruya el llamado túnel verde de este sector.
Pancartas y consignas de 'no a la tala', apoyadas por las bocinas de los vehículos que pasaban al medio día, matizaron la improvisada manifestación, liderada por el comité cívico en defensa de los árboles.
"Quieren dejar esto con palmeritas como en la 30. Las ciudades desarrolladas cuidan sus árboles", gritaba Daniel Arias desde la especie de tarima que habilitó en el separador de la avenida El Poblado.
Si bien la empresa metroplús tenía proyectada la tala de un pino, dos urapanes y 20 palmayucas, sólo se procedió con el primero ante la presión de la comunidad de la zona.
"La situación se maneja con prudencia, en el sector están los equipos social y forestal, los residentes de obra y la interventoría para explicarle a la gente", dijo un vocero del metroplús.
Pero es tal la pasión por la defensa del túnel verde en Envigado, que algunos casi que se pasaron a vivir a las zonas verdes del sector. Por lo menos Ana María Arango Villa y David Navarro, miembros del comité cívico, llegaron ayer a las 4:30 de la madrugada a la canalización de La Ayurá, y en un pequeño espacio del campamento del metroplús montaron una carpa.
"A esa hora estaba supermojado, caía una brisa constante, estaba muy oscuro y hacía mucho frío, pero se justificaba por lo que defendemos", comentó Ana María.
En la carpa guardan sus morrales, chaquetas, plásticos, bebidas, algunos alimentos y las hojas para recoger las firmas contra el proyecto.
La preocupación de ambos son los dos urapanes que están en el costado oriental de la avenida El Poblado, en el cruce con la canalización de La Ayurá, que deben ser talados para permitir la ampliación del actual puente sobre la quebrada del mismo nombre.
Uno de los funcionarios de metroplús les manifestó que estos ejemplares no los iban a tocar hasta después de la reunión de este miércoles, a las 7:00 de la mañana, en la Alcaldía de Envigado, pero ellos consideraron que nada les garantizaba que así fuera.
El ambiente se alteró cuando a menos de 100 metros se inició la tala de un pino dentro de un predio, cuyo propietario, Andrés Salazar Ramírez, explicó que está dentro de la franja de 76 metros cuadrados que tuvo que negociar para el paso del proyecto.
En cambio, sostuvo que salvarán un azahar de la India, un guayabo y un mango en el que su padre les armaba columpios a los niños. "Sacrificamos esa franja, pero se va a mejorar la vida de todos, pues necesitamos un sistema masivo o bicicletas. La protesta se tuvo que hacer hace seis años", anotó Salazar, quien está de acuerdo con la obra del metroplús.
En lugar de los urapanes y los chiminangos que talarán, sugirió que siembren árboles livianos de bonita florescencia y de rápido crecimiento como las paulonias, que pueden alcanzar hasta 30 metros en 3 años.
Al final de la tarde del martes, en el sector de La Frontera, en el costado de Euro, se generó otra protesta cuando los funcionarios de metroplús hacían el perímetro de algunos árboles que serán trasplantados.
PARA SABER MÁS
TIENE UN VALOR DE $19.000 MILLONES
El alcalde de Envigado, Héctor Londoño, defendió la intervención arbórea para continuar las obras del metroplús y sostuvo que el "cordón verde" no desaparecerá porque se sembrarán nuevos árboles y de buena altura.
El tramo 2B del metroplús en Envigado, entre el estadero Palo Grande y La Frontera, tiene una longitud de 900 metros.
El costo estimado es de 19.000 millones de pesos, incluida la interventoría.
EN DEFINITIVALa falta de socialización de las autoridades del tramo 2B de metroplús, ha sido el reclamo constante de la comunidad que habita el sector, al sostener que desconocen los detalles del proyecto.