Por incumplir con los requerimientos que exige la autoridad sanitaria para la operación de plantas de beneficio de ganado vacuno y porcino, el invima ordenó el pasado viernes 14 de junio, el cierre de los mataderos de los municipios de Rionegro y Marinilla.
Los afectados sostienen que, pese a que acatarán las indicaciones de la autoridad sanitaria, los efectos secundarios de la medida son los sobrecostos y el expendio ilegal.
Javier Andrade, coordinador del Invima en Antioquia, aseguró que luego de las visitas de inspección adelantadas en las plantas, la entidad estableció que existen inconsistencias en el cumplimiento de la normatividad.
Según el funcionario, las falencias se presentan en "los controles de proceso y en el plan de mantenimiento de las plantas", lo que podría representar un riesgo para la salud de los consumidores.
Frente a las posibles sanciones económicas que podrían sumarse a la decisión del cierre, Andrade sostuvo que la información de las inspecciones "pasará a la dirección de responsabilidad sanitaria del Invima y ellos decidirán cuáles son las acciones a tomar".
Además, Andrade sostuvo que la entidad permanece en contacto permanente con los responsables de las plantas quienes manifestaron su compromiso para subsanar las falencias señaladas por el Invima.
"Están interesadas en cumplir los requisitos y esta semana podrían presentar la solicitud de levantamiento de la medida sanitaria, la idea es que cumplan con los requerimientos que dejó el Invima en sus actas y a partir de eso haremos la evaluación para ver si se puede levantar la medida", dijo Andrade.
Por su parte, Hugo González, gerente de Industrias Cárnicas del Oriente, sociedad de economía mixta que tiene a su cargo la planta de beneficio de Rionegro, dijo que la decisión del Invima tiene que ver con una disposición de la administración municipal para permitir el ingreso y el uso de la planta por parte de los socios minoristas, agregó, sin embargo, que trabajan en las medidas necesarias para lograr un concepto favorable.
González dijo que debido al cierre de la planta, durante los últimos días el sacrificio para el consumo de carne en ese municipio del Oriente antioqueño se hace en Medellín lo que implica sobrecostos e incluso tiene como efecto secundario el incremento de la carne ilegal en los expendios.