
Aumento del parque automotor y malas prácticas de algunas empresas empañan esfuerzos de autoridades por tener un aire más limpio en el Aburrá.
Pese a los esfuerzos de las autoridades y de organizaciones sociales por mejorar la calidad del aire del Valle de Aburrá, aún no se logran niveles óptimos. A esta conclusión se llegó en el Concejo de Medellín en debate sobre el tema este fin de semana.
El concejal Miguel Andrés Quintero, del Partido Verde, proponente de la sesión, señaló que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, Medellín está entre las 20 ciudades con el aire más contaminado de América Latina.
Para el corporado, una de las principales causas para la contaminación del aire de Medellín es que los vientos circulan de norte a sur, y en tal sentido, indicó, es preocupante la polución que generan algunas empresas del norte del Aburrá. Entre las principales fuentes contaminantes mencionó los incendios forestales, automotores y motos, la industria y obras de construcción.
Dijo que los contaminantes más críticos son el PM 10 (partículas respirables iguales o inferiores a 10 micrómetros, compuestas por aerosoles, polvos, metales, quema de combustibles fósiles, materiales de construcción y microorganismos), PM 2,5 (partículas iguales o inferiores a 2,5 micrómetros, emitidas directamente en procesos de combustión), ozono y benceno.
El concejal Ramón Acevedo, del Partido de la U, anotó que para mejorar la calidad del aire se requiere el compromiso tanto de la autoridad ambiental, Área Metropolitana, como de otras instancias y la ciudadanía. "Hay que discutir si al Centro deben acceder todos los vehículos que acceden y revisar si el monitoreo es suficiente", dijo.
Entretanto, el conservador Nicolás Echeverri, presidente del Concejo, pidió que al asunto se le dé la importancia que se merece, como tema de salud pública y mental. "Hay que revisar el pico y placa, porque se duplicó la venta de carros, y la restricción del parrillero aumentó la de motos", argumentó.
El también conservador John Jaime Moncada propuso invitar al Concejo al presidente de Ecopetrol, Javier Genaro Gutiérrez, para verificar las acciones de la empresa en relación con el convenio que firmó con el Municipio y el Área en 2008, para suministrar combustibles más limpios. Otros concejales aprobaron la propuesta.
El liberal Fabio Rivera criticó la legislación colombiana pues, anotó, las empresas pagan y pueden seguir contaminando. Y el también liberal Bernardo Alejandro Guerra comentó que desde Las Palmas aprecia la nube de esmog que se suspende sobre Medellín. "Cada vez se me parece más a la de Ciudad de México", conceptuó.
Ante los cuestionamientos, Gloria Amparo Alzate, subdirectora ambiental del Área, precisó que la calidad del aire del Aburrá ha mejorado en los últimos años y que no es crítica sino entre buena y moderada, "pese a que autos y motos de cuatro tiempos se han duplicado en los últimos 5 años".
"Tenemos 21 estaciones de monitoreo en el Aburrá; 10 en Medellín, pero no es suficiente con el control que hacemos. Falta articular acciones con la Secretaría de Movilidad y los planes de ordenamiento territorial, entre otros", agregó.
Aclaró que Ecopetrol cumple la meta del convenio. "Era reducir el contenido de azufre en el diésel, de 4.000 partes por millón a 50, se logró desde 2010 y se sigue cumpliendo. Y en la gasolina, reducir de 1.000 partes por millón a 300 por millón, y también cumplimos desde 2010", detalló.
Irma Ruiz, subsecretaria de Gestión Ambiental de Medellín, dijo que la Secretaría de Medio Ambiente trabaja, entre otras prácticas, en educación en colegios y hasta en los buses del Centro, en horas pico, para sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de un aire limpio n
Con limpieza, desinfección y almacenamiento adecuado se rajan la mayoría de ventas callejeras de comidas, según análisis realizados por los inspectores de la Secretaría de Salud de Medellín que con funcionarios de la Subsecretaría del Espacio Público revisan estos puestos para controlar sus condiciones sanitarias.
Bibiana Gómez, coordinadora del grupo técnico encargado de realizar inspecciones vigilancia y control indicó que en los recorridos que hacen en el centro y sectores comerciales de las comunas han notado que en estas ventas callejeras los manipuladores de alimentos no cumplen con todos los requisitos exigidos para garantizar buenas prácticas sanitarias.
Explicó que estas normas, recopiladas en la Resolución 604 de 1983 del Ministerio de Salud y el Decreto 3075, de 1997, las cuales deben cumplirse en su totalidad en un puesto de ventas callejeras son, entre otras: que todo manipulador-vendedor debe vestir ropa adecuada y limpia, consistente en blusa o delantal color claro, con gorro que cubra completamente el cabello y tener tapabocas.
En cuanto a los requisitos sanitarias se destacan lavado de las manos con agua corriente, o que en cualquier caso sea potable. Utilizar jabón antibacterial antes de preparar y servir los alimentes y después de utilizar el sanitario, tomar dinero, manipular alimentos crudos o de cambiar de actividad. Bañarse diariamente, afeitarse la cara en el caso de los hombres, cabellos cortos o recogidos, uñas cortadas, limpias y sin esmalte. No usar anillos, pulseras, aretes, relojes y collares.
También abstenerse de manipular alimentos cuando padezca de heridas en las manos o de enfermedades que se puedan transmitir por estos, fumar, comer, toser, escupir o estornudar sobre ellos o sobre el área donde se preparan.
Además contar con un recipiente cerrado de 20 galones de agua con grifo y no lanzar al piso el líquido utilizado.
Manifestó que estudios microbiológicos hechos a algunas ventas han arrojado resultados preocupantes por presencia de microorganismos como coliformes fecales y estafilococo áureo.
Anotó que ellos son 14 funcionarios para vigilar más de 30 mil ventas callejeras por lo cual les queda imposible hacer cumplir estas normas en su totalidad y debe ser el consumidor quien decida dónde compra según las condiciones higiénicas que encuentre.
En un recorrido a varios puestos nocturnos de ventas de perros, carnes asadas, empanadas, hamburguesas y papitas fritas, se estableció que estas normas son cumplidas a medias, aunque consultados los propietarios sostuvieron que las conocen porque las vieron en los cursos de Manipulación de Alimentos.
Luis Alberto Calle, vendedor de chunchurria, dijo que tiene el permiso al orden del día y cada seis meses realiza el curso de manipulación de alimentos.
Sin embargo reconoció que no usa tapabocas porque expertos le recomiendan no utilizarlo ya que por la saliva y secreciones nasales que acumula se vuelven más contaminantes que tener la boca descubierta.
El bacteriólogo Andrés Ossaba, quien en la subsecretaría de Espacio Público dicta el curso gratuito para venteros callejeros de Manipulación de Alimentos, advirtió que el consumidor es quien debe mirar bien los puestos y establecer si quien lo atiende está bien informado de las normas de higiene que tiene que cumplir para que haya limpieza y desinfección, ya que esa es la clave para evitar todo tipo de contaminaciones.
Alertó que los alimentos de más cuidado en estas ventas, lo que se deben de conservar la cadena de refrigeración a menos de 10 grados de temperatura son las carnes de res, cerdo y pollo y los lácteos y sus derivados.
En cuanto a la falta de tapabocas por parte de la gran mayoría de manipuladores respondió que en el curso les insiste en que ellos deben compararse con un cirujano y que el alimento es el enfermo que están operando por lo que deben tener cubierta la boca para no contaminado con las bacterias de la saliva y las secreciones nasales. Además todos los días deben utilizar uno nuevo.
El subsecretario de Espacio Público del Municipio, Gabriel González anotó que trabajan de la mano de la Secretaría de Salud para verificar no solo si los venteros tienen el Certificado de Manipulación de Alimentos, cuyo curso es gratuito, sino para garantizar que se cumplan las normas de sanidad en lo que tiene que ver con la preparación y venta de los alimentos.
Finalmente, el secretario de Gobierno Medellín, Jorge Mejía, dijo que se está buscando que todos los negocios callejeros estén registrados en Espacio Público, porque tienen que cumplir unos perfiles y unos requisitos como los sanitarios.
PARA SABER MÁS
PREOCUPA EL AUMENTO DE LAS ENFERMEDADES RESPIRATORIAS
El concejal Miguel Quintero expuso que, por la alta contaminación del aire, los casos de enfermedades respiratorias aumentaron en los últimos años y se mantuvieron en el mismo nivel entre 2012 y 2013. Mostró que, por ejemplo, el Hospital San Vicente Fundación captó 440 casos de Infección Respiratoria Aguda en 2010; 564 en 2011 y 564 en 2012.
Gloria Alzate, del Área Metropolitana, indicó que el 70 por ciento de las empresas del Aburrá cumplen la norma ambiental y que el 30 por ciento que no lo está haciendo recibe sanciones económicas y podrían llegar a la suspensión, si no corrigen malas prácticas. Aclaró que la ciudad no tiene los niveles de contaminación de Ciudad de México.
EN DEFINITIVAAunque la calidad del aire del Aburrá ha mejorado un poco con respecto a años anteriores, sigue siendo preocupante. Fuentes móviles e industria son los principales contaminantes.