El impacto social y ambiental de la tala de más de 170 árboles que conforman uno de los túneles verdes de la ciudad, preocupa a los habitantes de la zona sur del Valle de Aburrá
Las obras que desarrollará el Metroplús para la construcción del tramo 2B en la Avenida El Poblado, ha generado polémica entre los vecinos que se ven afectados por la tala de árboles que tendrán que realizar para acondicionar el carril de los articulados.
La Twittercrónica recorrió este espacio y dialogó con algunos de los habitantes para entender las posiciones que estos tienen frente al cambio de paisaje que se avecina.
Bajo los árboles un par de habitantes discutían sobre el futuro de las especies que adornan la avenida. Elvis Arango, del barrio San Marcos, piensa que no se justifica eliminar espacios verdes para llenarlos de cemento, como sucedió con el tramo ubicado en la frontera entre Envigado y Sabaneta.
Además persiste una queja general por parte de la ciudadanía que transita este sector, y es que debería replantearse la presencia de buses de transporte público que por su funcionamiento contaminan el ambiente.
Los árboles, en cambio, en lugar de contaminar, proporcionan sombra y refrescan el aire, como lo explica Luis Yepes, habitante del sector de la Aguacatala.
Para José Álvarez, vecino del sector de Zúñiga, es triste ver cómo para la Administración no fue importante la opinión y las propuestas de los habitantes que, si bien no están en desacuerdo con el avance del Metroplús, sí lo están con la pérdida de la arquitectura de un espacio considerado patrimonio de la ciudad.
Al conversar con Luis Carlos Restrepo, se hizo evidente otra postura, "esto favorece el progreso, pero, ojo, se deben sembrar suficientes árboles frondosos", concluye.
Las obras que desarrollará el Metroplús para la construcción del tramo 2B en la Avenida El Poblado, ha generado polémica entre los vecinos que se ven afectados por la tala de árboles que tendrán que realizar para acondicionar el carril de los articulados.
La Twittercrónica recorrió este espacio y dialogó con algunos de los habitantes para entender las posiciones que estos tienen frente al cambio de paisaje que se avecina.
Bajo los árboles un par de habitantes discutían sobre el futuro de las especies que adornan la avenida. Elvis Arango, del barrio San Marcos, piensa que no se justifica eliminar espacios verdes para llenarlos de cemento, como sucedió con el tramo ubicado en la frontera entre Envigado y Sabaneta.
Además persiste una queja general por parte de la ciudadanía que transita este sector, y es que debería replantearse la presencia de buses de transporte público que por su funcionamiento contaminan el ambiente.
Los árboles, en cambio, en lugar de contaminar, proporcionan sombra y refrescan el aire, como lo explica Luis Yepes, habitante del sector de la Aguacatala.
Para José Álvarez, vecino del sector de Zúñiga, es triste ver cómo para la Administración no fue importante la opinión y las propuestas de los habitantes que, si bien no están en desacuerdo con el avance del Metroplús, sí lo están con la pérdida de la arquitectura de un espacio considerado patrimonio de la ciudad.
Al conversar con Luis Carlos Restrepo, se hizo evidente otra postura, "esto favorece el progreso, pero, ojo, se deben sembrar suficientes árboles frondosos", concluye.