Cerca de tres mil personas, hombres y mujeres, marcharon ayer por las calles de Segovia (Nordeste) en señal de rechazo a las declaraciones del alcalde, Johny Alexis Castrillón, quien afirmó a un medio de comunicación que en su pueblo, "no hay prostitución porque las mujeres son muy calientes y no necesitan que les paguen".
Con tapas de ollas, pitos, cucharas y otros elementos, los marchantes gritaron consignas exigiendo respeto por las mujeres. La idea era partir a las 3:30 del colegio Diocesano y llegar a la Alcaldía para que allí el mandatario se disculpara. Pero Castrillón no estaba en el pueblo.
"Él no tuvo cara para enfrentar la realidad, pero no nos decepciona porque el pueblo se movilizó para exigir sus derechos, el cometido lo cumplimos", expresó Catalina Ospina, una líder de la marcha, a la que se le dio el nombre de cacerolazo y que fue convocada por el Movimiento por la Dignidad de Segovia.
"Fue una marcha tranquila, a la gente se le advirtió mucho que hubiera respeto y así fue", relató Víctor Meneses, director del periódico El Nordesteño.
La secretaria de Equidad de Género de la Mujer, Rocío Pineda, refutó a Castrillón por negar la prostitución y porque su apunte "es una expresión de machismo exacerbado".
En las redes sociales la reacción fue fuerte contra Castrillón, a quien un twittero tildó de indio. Una universitaria ama de casa que pidió reserva de identidad -"porque esto acá es maluquito"- expresó que la frase fue una ofensa: "Sentí pena ajena de que alguien con el cargo que tiene no sepa ni siquiera pensar para hablar, pero esos son los dirigentes que montamos al poder, el pueblo tiene la culpa".
Intentamos hablar con el mandatario, pero en su celular, como siempre, sonó una música fiestera y luego la llamada se fue a buzón.
PARA SABER MÁS
IMPACTO TAMBIÉN FUERA DE SEGOVIA
Las palabras del mandatario local no solo han tenido impacto allí sino también fuera de Segovia. Las líderes de la marcha afirman que a las segovianas que viven en otras partes se les ha empezado a acosar sexualmente, según varios reportes que han recibido. Y en el pueblo, en tono de burla, a las muchachas, muchos hombres les gritan "caliente, caliente" cuando ellas van por la calle.