La Secretaría de Gobierno ha concedido las autorizaciones, "por respeto al derecho constitucional a la movilización y a la protesta". El comercio cuestiona la cantidad y el perjuicio a la economía.
El maltrato animal, el orgullo gay, la obra de María Montessori, los derechos de los niños, la defensa del medio ambiente, la situación de los desconectados, la discriminación a la mujer, entre otros, han sido motivos de movilización en la ciudad en lo corrido del año. Del total de 40 actividades autorizadas en la vía pública, 32 han pasado por las calles del Centro.
"Medellín es una ciudad que respeta con gran dedicación el derecho constitucional a la movilización y a la protesta", destaca el secretario de Gobierno, Jorge Mejía Martínez.
En virtud de esta postura, este año ha concedido permisos a 14 marchas, siete movilizaciones, cinco manifestaciones, cinco plantones, tres procesiones, cuatro caminatas, una concentración y una acción de protesta.
Mejía explica que el decreto 1199 del 2011, que regula las concentraciones públicas, obliga a los organizadores a notificar a la Administración Municipal. El recorrido es concertado para moderar el traumatismo en la movilidad y el comercio.
La Policía y la Secretaría de Movilidad y la Subsecretaría de Derechos Humanos deben acompañar cada manifestación.
En la carrera Girardot con la calle Colombia, donde trabaja, el director ejecutivo de Fenalco Antioquia, Sergio Ignacio Soto, es testigo y saca cuentas de la afectación de cada marcha que pasa por el corazón de Medellín.
Al frente de la entidad, observa con preocupación que "proliferan por cualquier situación varias marchas cada semana en el Centro". Colapsan la movilidad y el transporte y obligan muchas veces al cierre de establecimientos comerciales.
Sitúa las más grandes pérdidas registradas, los destrozos, saqueos y bajas en las ventas que en octubre de 2012 llegaron a los 10.000 millones de pesos.
"Respetamos la democracia y las garantías constitucionales, pero rechazamos las movilizaciones cuando se derivan en anarquía y caos".
Sin embargo, para el presidente de la Asociación de Institutores de Antioquia (Adida), Johnny Zea, movilizaciones y paros siguen siendo una herramienta necesaria para las organizaciones sindicales, maestros o trabajadores agremiados. "Es la manera de decirle al gobierno: aquí estamos, es un regaño público que se le puede hacer a los representantes del gobierno que no escuchan", subraya.
Una postura semejante plantea Jairo Arenas, miembro del comité ejecutivo de la Federación Colombiana de Educadores. Dice que son útiles para los gremios y para el mismo Gobierno cuando convoca a movilizarse por la paz.
También Nuestra Señora de la Candelaria y María Auxiliadora, los reclamos de cafeteros, estudiantes, maestros, mineros y trabajadores de Metrosalud... hasta el desahogo ha generan marchas en las calles.
PARA SABER MÁS
CONTRA LOS INCUMPLIMIENTOS
Dos nuevas marchas se realizaron ayer. Por el incumplimiento en los pagos del programa Jóvenes en Acción, beneficiarios aprendices del Sena se movilizaron entre la sede de la entidad y las oficinas del Departamento de Prosperidad Social. Así mismo, pensionados de Colpensiones se manifestaron por la avenida El Poblado entre el parque y el sector de La Milla de Oro.
EN DEFINITIVAVan 40 actividades autorizadas por la Secretaría de Gobierno en la vía pública este año. Policía, Tránsito y Derechos Humanos deben acompañar cada marcha.