
Se espera hoy la movilización de unos 30.000 campesinos para apoyar la Ley de Víctimas.
Como un desafío pacífico a los grupos armados ilegales y a quienes se apoderaron de tierras de campesinos, se realiza la marcha de hoy en Necoclí, en la que el Gobierno ratificará su promesa de restituir dos millones de hectáreas a los desplazados de la violencia.
Urabá, es una de las regiones más afectadas por el despojo de tierras por parte de grupos paramilitares y algunos particulares, que se apropiaron de unas 100.000 hectáreas, cuando miles de familias abandonaron sus predios desde mediados de los años noventa ante la arremetida de la violencia.
Esta violencia revivió con motivo de los reclamos de la restitución. Once líderes de desplazados han sido asesinados en los últimos 3 años en esa región, por su lucha por recuperar los predios que les arrebataron bajo presión con homicidios, ventas forzadas, falsificación de títulos o con la amenaza más recordada en Urabá: "o vende la finca o se la compramos a la viuda".
A pesar de las objeciones de los últimas semanas que califican la marcha promovida bajo el nombre "Por la tierra, la vida y la paz", como un acto populista del Gobierno y un riesgo para los desplazados, el Gobierno mantuvo su pleno respaldo al evento.
El presidente de la República, Juan Manuel Santos , insistió ayer en Medellín en que la movilización es un espaldarazo a las víctimas y una advertencia a los sectores violentos que se oponen a la Ley de Víctimas y Restitución de tierras.
"A todos esos que se han hecho a la tierra en forma ilegal el mensaje es: no vamos a permitir que le pongan palos a la rueda de este proceso", dijo el Jefe de Estado.
Envió al mismo tiempo un mensaje conciliador al afirmar que el sector empresarial no debe temer: "no es una lucha de ricos contra pobres, esto no es una confrontación entre campesinos y terratenientes, esto no es una lucha de clases; esto es una cruzada de lo legal contra lo ilegal".
Gerardo Vega, director de la Fundación Forjando Futuros, la más representativa del grupo organizador de la marcha, dice que "un sector de los empresarios del Urabá antioqueño y chocoano se alió con grupos paramilitares para quedarse con miles de hectáreas de tierras que hoy están en manos de terratenientes y testaferros de exjefes paramilitares como Raúl Emilio Hazbún , alias 'Pedro Bonito'".
El directivo de otra de las ONG que apoyan la marcha sostiene que son cerca de 2.800 familias las que están reclamando sus tierras en Urabá, "muchas de ellas amenazadas o atemorizadas por los asesinatos de los 11 líderes de desplazados".
Intereses encontrados
Los reparos que antecedieron la marcha provienen de gremios como Augura, el principal de los bananeros establecidos en la zona. En carta enviada al presidente Santos, advirtieron que la marcha puede exponer a los desplazados a situación de riesgo ante grupos ilegales como la banda "los Urabeños".
Abundan también cuestionamientos contra algunos promotores de la marcha como Gerardo Vegay Carmen Palencia, cuya presencia exacerba los ánimos y las posiciones pues mucha gente no olvida su pasado en la zona. Hasta finales de los años 80, como guerrillero del Epl, Vega fue uno de los líderes del proyecto de recuperación de tierras de este grupo guerrillero en Urabá. Miles de predios de ganaderos y bananeros fueron invadidos por campesinos alentados por el Epl. Algunos de esos propietarios reclaman en los estrados judiciales tierras que fueron entregadas como tierras restituidas a desplazados.
Por su parte, Palencia es cuestionada por campesinos de Turbo que sostienen que fueron engañados y mostrados como desplazados ante las autoridades para reclamar tierras que ya tenían dueño.
Ambos niegan las acusaciones y las atribuyen a una campaña de desprestigio por sus opositores.
En ese clima de malos recuerdos, confrontación y tensiones se realiza la marcha, que por ello será otra prueba crítica del respaldo y la solidez de las leyes de Víctimas y de Restitución de Tierras y de su futuro en la región y en el país n
Dicen de...
Dos posiciones enfrentadas
Otra evidencia de la problemática de la tierra en Urabá es que mientras un sector de las víctimas y los promotores de la marcha exigen restitución y judicialización de terratenientes y gremios; otros sectores sociales piden concertación. Guillermo Correa, director de Corpolibertad, explica que "debido a las diferentes etapas de violencia y actores armados en los últimos 30 años, la tierra ha pasado por muchas manos. Por eso la solución está en conciliar".
Cronología
Los hechos relevantes del proceso de aprobación de la ley de víctimas y restitución
Plan piloto de restitución
En noviembre de 2009 se constituyó un plan piloto para la restitución de tierras en el Urabá antioqueño de la Comisión Nacional de Reparación y Restitución. Fue el primer plan en Colombia.
Campesinos se organizan
Campesinos afectados por el robo de sus predios comienzan a organizarse para exigir al Gobierno Nacional la restitución de sus tierras de las que fueron desplazados por grupos armados ilegales.
Asesinato de un reclamante
El 10 de mayo de 2010 fue asesinado el líder de desplazados y reclamantes de tierras Albeiro Valdés. Hasta noviembre de 2011 fueron asesinados 11 campesinos que reclamaron sus terruños.
Anuncio de un nuevo plan
El ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, anunció que el Gobierno Nacional rediseñaría un nuevo plan para agilizar la entrega de títulos a los campesinos despojados de sus tierras.
Entrega de títulos
Como muestra de voluntad para devolver las tierras, el Gobierno entregó, mediante vía administrativa, 34 títulos de predios a igual número de familias mientras se esperaba la aprobación de la Ley.
Denuncias de corrupción
La Asociación de Víctimas de Urabá denunció en 2010 que una oficina paralela del Incoder, que funcionó en Urabá, con funcionarios corruptos falsificó cerca de 1.000 títulos para el despojo.
Acusan a terratenientes
En septiembre de 2010, cinco ganaderos y empresarios fueron denunciados por los desplazados como autores intelectuales de varios de los asesinatos de líderes. Fiscalía inició investigación penal.