A la edad de 83 años murió monseñor Benjamín Pardo Londoño, el religioso más emblemático de la Ciudad Madre de los últimos 50 años.
El padre Pardo, como se le conocía en su tierra natal, murió anoche hacia las 9:00, en su residencia del Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino, de Santa Fe de Antioquia, donde residió en los últimos años.
Allí fue velado toda la noche en la capilla y hoy su cuerpo será traslado, a las siete de la mañana, hacia la Catedral Basílica Metropolitana donde será expuesto en cámara ardiente ante la comunidad católica de Santa Fe de Antioquia que tanto lo apreció.
Sus honras fúnebres se realizarán a las tres de la tarde en la catedral de la Ciudad Madre con una misa concelebrada por el arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia, Orlando Antonio Corrales García.
Los restos de monseñor Pardo serán sepultados en la cripta de la catedral, ubicado debajo del altar, un espacio reservado para los obispos y sacerdotes más destacados de esta jurisdicción eclesiástica.
"El Padre Pardo fue la conciencia moral y religiosa de Santa Fe de Antioquia. La historia de esta ciudad está muy ligada a su personalidad. Fue un celoso guardián de la fe y un enamorado de su ciudad en la que siempre vivió y amó", afirmó el Arzobispo de Santa Fe de Antioquia.
Agregó que por muchos años fue el decano de los canónigos, además de haber sido rector del profesor y seminario, un latinista puro, un pianista y un corista que animó muchas ceremonias en su catedral, donde ofició por más de 50 años.
También se destacó como historiador, terreno en el que su principal obra fue La ciudad de Antioquia y la villa de Santa Fe.
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Falleció uno de los más ilustres hijos de Antioquia
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