Guanacas contiene una comunidad de árboles, arbustos y plantas. Es una fábrica de agua.
Aunque está a 90 kilómetros lineales, la cordillera Guanacas, en el municipio de Santa Rosa de Osos, está íntimamente ligada al Valle de Aburrá.
En estas tierras altas del Norte del departamento se encuentra uno de los pocos bosques de niebla que todavía subsisten, aunque con una gran amenaza por las prácticas agrícolas y ganaderas.
Los bosques son comunidades de árboles, arbustos y otra gran variedad de plantas que transforman la niebla del ambiente en gotas de agua, lo que permite la regulación del ciclo hídrico como una fábrica de agua. Se tiene conocimiento de 18 nacimientos de agua.
Las condiciones de altura, humedad y temperatura que se dan en las cordilleras de nuestro país hacen posible la existencia de estos bosques, de una gran diversidad en flora y fauna. Uno de sus árboles más antiguos, un Chachafruto, tiene 22 clases de microorquideas.
Desde este bosque se vierte el agua con la que se genera un altísimo porcentaje de la energía eléctrica para EPM y se abastece de agua potable el Valle de Aburrá, comunidades vecinas y otros municipios del departamento.
De igual manera grandes masas de aire purificado de los bosques que aún subsisten en la altiplanicie del Norte entran al Aburrá y ayudan a romper la compresión térmica que se asienta y encapsula el lugar, dándoles a sus habitantes salud y bienestar.
Bosques de vida
Cientos de hectáreas sembradas de tomate de árbol y de cabezas de ganado han ido acorralando y diezmando el bosque, en el que aún subsiste el puma de montaña o Concolor. "Muchos piensan y dicen que los pumas se están metiendo a sus fincas y que les están matando el ganado cuando fueron ellos quienes se metieron a su casa", explica Rodrigo Castañeda Díaz, creador de la Fundación Guanacas.
Castañeda explica que donde hay pumas significa que hay vida y que todavía hay sanidad ambiental. Además, de pumas, en Guanacas todavía existen guaguas, perros de monte, zorros andinos, mamíferos voladores (murciélagos), tres o cuatro variedades de tigrillos y 170 especies de aves clasificadas.
Es igualmente el reino por excelencia de bromelias y orquídeas. "Cada árbol es un jardín botánico con decenas de especies asociadas, todas dedicadas a la labor de cosechar las diminutas gotas de agua que forman la neblina", anota Rodrigo.
Señala que se han perdido especies como los venados y las dantas, pero que la fundación, creada para proteger las escasas 700 hectáreas que quedan de bosque, quiere conseguir para un macroproyecto a nivel nacional un zoocriadero para que no se corte la cadena de vida.
Para Nicolás Ossa, director de la Umata de Santa Rosa de Osos, aparte del valor ecológico, también es muy importante el histórico y arqueológico, por lo que también es prioridad recuperar los senderos ancestrales.
Fernando Giraldo, biólogo Botánico, afirma que la cordillera de Guanacas, es una de las zonas más intervenidas en vegetación por las prácticas agrícolas y sus bosques en su mayoría han sido destruidos y solo quedan algunos fragmentos.
"Al no haber conectividad entre ellos tampoco la hay entre las especies y al no haber intercambio no hay flujo genético. En consecuencia la diversidad disminuye y con el tiempo genera peligros y procesos de extinción", precisa Giraldo.
Ecobonos
La idea de proteger el bosque de niebla de Guanacas surgió en 1990 a raíz de una herencia que recibió Rodrigo de su abuelo, 120 hectáreas de bosque al norte del departamento, que luego amplío comprándoles a algunos familiares.
Además, ante la crisis socio-ambiental que se vive a nivel planetario, como el cambio climático, la Fundación Guanacas Bosques de Niebla, la Organización Por El Ambiente, Red Social Ecológica Ecoelink y Makú Corporación Ambiental, crean una alianza para ofrecerles a empresas y personas un paquete integral de servicios ambientales con el propósito de incentivar prácticas sostenibles.
Iniciativas como estas recibirán el apoyo de la Asamblea Departamental, como lo dice el diputado Edinson Muñoz Ciro: "Estamos impulsando distintas iniciativas financieras para proteger los bosques con el pago por servicios ambientales para que los municipios que conservan biodiversidad se beneficien realmente y no como es hoy un encarte bajo el modelo económico vigente".
EN DEFINITIVAIniciativas como esta requieren no solo de un apoyo moral, sino también que sea real, pues la conservación de este bosque es un regalo para la humanidad.