Su director reitera que en el tema minero no puede ser neutral, sino actuar con rigor.
Un ejercicio positivo en el que el plan de acción se construyó de manera participativa, la ejecución física tuvo un cumplimiento del 92,5 por ciento y la financiera del 88,8 por ciento, presentó Corantioquia de balance en 2012.
El director de la corporación, Alejandro González, destacó la perspectiva de equidad en la distribución de los recursos, al firmarse convenios con 67 de los 80 municipios de la jurisdicción, que concentraron la mayor parte de los 40.000 millones en inversión.
En la rendición de cuentas, el funcionario subrayó los esfuerzos en el saneamiento básico rural, como saber que el subdirector de calidad ambiental, Juan David Ramírez, trataba ayer de persuadir al viceministro de agua potable para que se priorice lo rural sobre lo urbano. "Es difícil que le destinen recursos a lo rural, y no podemos abandonar el campesino, que es la población más vulnerable", dijo.
En desarrollo de la audiencia, John Fredy Ocampo, un ciudadano de Puerto Berrío, reclamó que las visitas ambientales tardan hasta tres meses, y González respondió que la falta de presencia es algo que se ataca con hechos como una visita en mayo a los pozos de Ecopetrol en Yondó.
Ante las implicaciones del rechazo a la explotación minera en el Suroeste, dijo que Corantioquia no es neutral porque su misión es proteger el medio ambiente. Si bien valoró que la subregión cuestione y lidere un movimiento social, es necesario que construya su modelo de desarrollo territorial.
No podemos ir en contra de la minería, sino acoger las normas -anotó-, pero reconoció que hay que dar otro debate nacional para revisar la normatividad minero ambiental.
"Pensábamos que nuestros recursos eran infinitos y no es así. Hay que definir si es mejor conservar el agua y los bosques o explotar los minerales", sostuvo, al plantear que en algunas regiones habrá que determinar cuál es su verdadera vocación.
Uno de las metas de Corantioquia este año es consolidar un grupo de investigación reconocido por Colciencias.
Un ejercicio positivo en el que el plan de acción se construyó de manera participativa, la ejecución física tuvo un cumplimiento del 92,5 por ciento y la financiera del 88,8 por ciento, presentó Corantioquia de balance en 2012.
El director de la corporación, Alejandro González, destacó la perspectiva de equidad en la distribución de los recursos, al firmarse convenios con 67 de los 80 municipios de la jurisdicción, que concentraron la mayor parte de los 40.000 millones en inversión.
En la rendición de cuentas, el funcionario subrayó los esfuerzos en el saneamiento básico rural, como saber que el subdirector de calidad ambiental, Juan David Ramírez, trataba ayer de persuadir al viceministro de agua potable para que se priorice lo rural sobre lo urbano. "Es difícil que le destinen recursos a lo rural, y no podemos abandonar el campesino, que es la población más vulnerable", dijo.
En desarrollo de la audiencia, John Fredy Ocampo, un ciudadano de Puerto Berrío, reclamó que las visitas ambientales tardan hasta tres meses, y González respondió que la falta de presencia es algo que se ataca con hechos como una visita en mayo a los pozos de Ecopetrol en Yondó.
Ante las implicaciones del rechazo a la explotación minera en el Suroeste, dijo que Corantioquia no es neutral porque su misión es proteger el medio ambiente. Si bien valoró que la subregión cuestione y lidere un movimiento social, es necesario que construya su modelo de desarrollo territorial.
No podemos ir en contra de la minería, sino acoger las normas -anotó-, pero reconoció que hay que dar otro debate nacional para revisar la normatividad minero ambiental.
"Pensábamos que nuestros recursos eran infinitos y no es así. Hay que definir si es mejor conservar el agua y los bosques o explotar los minerales", sostuvo, al plantear que en algunas regiones habrá que determinar cuál es su verdadera vocación.
Uno de las metas de Corantioquia este año es consolidar un grupo de investigación reconocido por Colciencias.