La comunidad llama a sostener esa presencia, porque las bandas se mantienen y algunos jefes siguen manejando el microtráfico en esta zona del oriente de la ciudad.
Un hombre sentado en la cuesta, en la primera curva del sector La Estrechura, alterna la señal de pare y siga cada vez que avanza un carro en cualquier sentido de la vía. La mirada de los vecinos asomados a balcones, puertas y ventanas, sigue la marcha del carro hacia el barrio Villatina, en la comuna 8.
Desde hace cinco semanas no se han vuelto a escuchar los tiroteos frecuentes que tanto inquietan a la comunidad cada vez que se enfrentan las bandas de la organización delincuencial Caicedo y La Sierra. El transporte y las clases en instituciones educativas del sector funcionan con normalidad.
-¿Qué fue lo que pasó pues? -pregunta un hombre en una tienda al ver pasar al reportero gráfico con su cámara.
-No, nada -por lo menos nada malo por estos días.
Cifras del Instituto de Medicina Legal dan cuenta de 25 homicidios en la comuna entre enero y marzo, 11 más que en el mismo periodo del año pasado; en marzo fueron ocho los asesinatos.
Un bus de Villatina se detiene en una inflexión de la loma y tres niños con uniforme escolar corren para alcanzarlo. El motor resuena en primera cuando los pequeños suben y la máquina se pierde en la pared, desde donde se ve ya el sector La Torre.
-Es que siempre es noticia lo malo -reprocha un conductor en el sitio de despacho-. Está todo calmado, normal desde principios de marzo.
Reporta que trabajan con normalidad, incluso sin sufrir del cobro de extorsiones en la ruta. -El problema, cuando hay, es en La Sierra, Caicedo, La Torre, aquí es tranquilo -anota.
Arnulfo Serna, secretario de Seguridad de Medellín, dijo que la tranquilidad que se vive en este sector se debe a las medidas de prevención y contención y a los operativos de la Policía y por la participación de la ciudadanía que entiende que la violencia no soluciona las diferencias y problemas que se presentan entre los asociados y ojalá se pueda replicar en todas partes.
Un líder social de la zona, que omitió su nombre por seguridad, afirmó que hay calma por la presencia de la Fuerza Pública, pero cuando se acaben los recursos y esta salga, los jefes de las bandas que se escondieron o se fueron para otros lugares, van a retornar, porque aún no les han tocado sus finanzas como el microtráfico, que siguen dominando.
PARA SABER MÁS
VIGILADA POR FUERZA ESPECIAL
Hace cuatro meses la comuna 8 tiene presencia de un grupo especial de la Unidad Nacional de Intervención Policial que, junto al Ejército, ha asumido el control del ese sector oriental de Medellín.
EN DEFINITIVA
La intervención a la comuna 8 ya empieza a dar sus frutos y así lo percibe la comunidad que pide un trabajo constante, porque sigue la capacidad económica de los combos, por el microtráfico.