LÍDERES DE ARBOLETES temen que lentitud en la respuesta del Gobierno para iniciar las obras de protección del litoral, acentúe el deterioro de la base del volcán de lodo. Expectativa por reanudación de tareas frente a la zona urbana.
Las olas impetuosas ya formaron un par de pequeñas "bahías" en la base de la montaña que soporta el volcán de lodo, y en la parte intermedia se aprecian los arañazos en la ladera provocados por la erosión del litoral que tiene en riesgo el mayor encanto de Arboletes.
Con el verano de enero se acentuaron las grietas en la pendiente que, por la experiencia de los habitantes de la zona, anticipan que en el invierno va a continuar un desmoronamiento inevitable.
Por lo pronto, en el frente de playa más próximo al volcán ya no hay cómo bañarse y sacarse el lodo porque entre el mar y el barranco el espacio es mínimo y las olas pegan con furia.
Así lo percibe María de Los Ángeles Saavedra, quien viajó desde Cali con sus tres hermanos para sumergirse en la piscina de lodo azufrado de Arboletes. "Sentí temor en el mar, apenas hay un pedacito de playa y le siguen troncos y rocas grandes. Aquí no hay seguridad para bañarse, es someterse a un riesgo grande", expresa.
Ese riesgo pasó factura en el pasado puente de Reyes Magos, cuando los lugareños tuvieron que sacar a varios turistas golpeados o jalados por la contracorriente que forman las olas después de que pegan en la orilla y regresan al mar.
La peor suerte se la llevó una enfermera de Montería que el 9 de enero se ahogó cerca de los espolones que se construyeron en el sector de la zona urbana, distante unos 500 metros del volcán.
"El mar tiene una corriente impresionante por debajo y se está llevando a la gente", comenta Juan Carlos Tobón, propietario del predio donde está el volcán.
La impresión de Tobón es que el deslizamiento lo ocasionan desagües de aguas lluvias, que han sido muy intensas en el último año, a lo que se agrega la erosión por el impacto del mar sin espolones que lo contengan. Según sus cuentas, se han perdido unos 40 metros de litoral sólo en los dos últimos años.
Por paradoja, una de las causas la identifica en los espolones que se construyeron frente a la pequeña playa de la zona urbana porque -sostiene- "allá pierde fuerza la arremetida de las olas, pero en cambio la hizo más intensa en la parte norte" , donde están el volcán y unas parcelaciones.
Por el continuo "desbarrancamiento" del sector, ya no queda nada del estadero que existió hace dos años, un conjunto integrado por un kiosko grande y seis bohíos que tuvo que desmontar. "Me dieron orden de tumbar ese montaje porque iban a comenzar las obras, pero no las hicieron porque dijeron que primero tenían que proteger el pueblo", afirma.
Donde hoy se ven dos pequeñas entradas del mar -explica-, estaba parte de la base de la colina, pero se la come de a poco, aunque el avance parezca lento. Desde octubre del año pasado -asegura- se empezó a erosionar otro pedazo de unos 30 metros.
Tobón se propone construir desagües nuevos que permitan evacuar el agua lluvia por la ladera hasta el mar y hacer un muro de contención con filtros para detener el deslizamiento. Ya hace cuatro años varios dueños de predios particulares se unieron para construir un espolón en el sector que -dice- ha cumplido su función pero es insuficiente.
Y en los 380 metros del frente que corresponde al volcán hay tres espolones diseñados, pero ninguna certeza de su construcción.
Tobón se propone construir desagües nuevos que permitan evacuar el agua lluvia por la ladera hasta el mar y hacer un muro de contención con filtros para detener el deslizamiento.
Ya hace cuatro años varios dueños de predios particulares se unieron para construir un espolón en el sector que -dice- ha cumplido su función pero es insuficiente.
Y en los 380 metros de longitud que corresponden al sector del volcán hay tres espolones diseñados, pero ninguna certeza de su construcción.
Mientras los gobiernos departamental y nacional resuelven sus dudas para hacer una intervención integral, porque el volcán está en un predio particular, la nueva administración local llegó con la meta de que el turismo sea la base de la economía de Arboletes, y su secretario de Gobierno, Marcelino Moreno Rentería, subraya que la primera decisión será crear la Secretaría de Turismo.
En un primer encuentro esta semana, los hoteleros se propusieron vender el municipio como destino turístico nacional, que iniciarán con un proyecto de señalización y aseo de playas, porque su apariencia actual no provoca.
Aunque les hagan un cambio extremo, todos reconocen que el principal atractivo es el volcán.
Así lo intuye el gerente del hotel El Mirador, Rafael Peña, quien aprecia que "si se deteriora el volcán se afecta todo el turismo y si se acaba el volcán también se contamina el mar".