Este año centros educativos agregan celdas y promueven el transporte público. El parque automotor los desborda.
Comenzaron las clases en algunas universidades privadas y públicas de Medellín y ya se evidencia el problema que, a la par con el parque automotor de la ciudad, viene creciendo: escasez crónica de parqueos.
Así lo constatamos en un recorrido por centros educativos, que arrojó un panorama sin mayores avances de impacto público y privado tras la investigación que hizo este diario en octubre de 2012.
Carolina Gómez, estudiante de sexto semestre de Negocios Internacionales de Eafit, expresó que a veces llega tarde a clase por tener que hacer tantas filas para acomodar su Nissan Tiida. "Que hagan más parqueaderos, pero no hay dónde", comentó.
Manuela Osorio, de Administración de Negocios, contó que cuando tiene clase a las 10:00 a.m. y a las 6:00 p.m., debe esperar hasta una hora para bajarse de su camioneta. Ella vive en una finca en Sabaneta y, para llegar puntual, tiene que salir de su casa hora y media antes.
No usa transporte público, por su lugar de residencia, pero dijo que "si uno tiene la posibilidad de carro particular, ¿por qué se va a incomodar?".
Otra opción es pagar parquímetro fuera de la universidad, pero la hora cuesta 2.700 pesos, por lo que prefiere pagar los 3.000 que vale el día en el campus. Urbanizaciones de la avenida Las Vegas, cercanas a Eafit, alquilan parqueaderos a 60.000 pesos por mes.
El rector, Juan Luis Mejía, informó que en la institución hay 12.000 estudiantes y para ellos están disponibles 1.300 celdas de parqueo, contando las 300 que, desde final de 2012 funcionan en el lote Los Guayabos, que cuesta 2.000 pesos el día. En 2012 invirtieron 1.000 millones de pesos en la ampliación de estos espacios.
Explicó que en el campus rige el mismo pico y placa de la ciudad. Además, cuentan con 30 bicicletas para uso interno de los universitarios.
Agregó que en los bajos del puente de la 4 sur está el nuevo parqueadero Agua Bendita, que no es de Eafit, pero ofrece 200 celdas más.
Mejía apuntó que hay que tener presente que el parque automotor del Aburrá se duplicó en los últimos seis años, al pasar de 450.000 carros a más de un millón.
La situación del Poli
En el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, que todavía no inicia clases, el problema se repite. Según Sebastián Galarzo, quien siempre usa carro porque también estudia en la U. de A., la entrada es caótica en Las Vegas, sobre todo al mediodía y en las tardes, porque la zona de parqueo es pequeña y se debe recurrir a guardas de tránsito para aliviar la congestión que afecta al transporte público.
Una actitud que no comparte es la que algunos asumen al parquear en el Éxito de El Poblado o en la zona comercial aledaña a la institución. "Eso es quitarle el puesto a quien lo necesita más".
El directivo del Politécnico, Luis Alfonso Yepes afirmó que lo que más ha crecido son las motos, para lo cual se adecuó un área de parqueo de 1.000 metros cuadrados. Hay un problema por la construcción del edificio para el Centro de Tecnología, Innovación y Emprendimiento, que obligó al cerramiento de algunos espacios hasta mitad de año.
Con la ejecución de la doble pasarela de acceso al segundo piso también se restringió otro espacio, pero el tiempo será más corto. Aún así, Yepes subrayó que se dispone de celdas para 700 motos y para 120 vehículos.
Más celdas en la UPB
Ante la escasez de espacio para parquear, común a las otras universidades, la Universidad Pontificia Bolivariana avanza en la construcción de un edificio de parqueaderos que agregará en tres pisos 880 ubicaciones para carros y 400 para motos.
La directora administrativa de la UPB, Claudia María Mejía, reveló que en promedio ingresan a la universidad 2.500 vehículos, 700 motos y 250 bicicletas cada día.
Hasta el 23 de febrero, la institución adelanta el montaje de un nuevo sistema de ingreso que permita más control, agilidad y seguridad para quienes tienen vínculo con la universidad.
El carné servirá para pagar el parqueadero, para lo cual el documento debe ser activado por estudiantes, egresados, empleados, docentes, contratistas e incluso usuarios del gimnasio.
Contra las congestiones, la UPB promueve el uso de la bicicleta, el carro compartido y aplica pico y placa de dos dígitos, todo el día. Sin embargo, la medida se levantará en abril, cuando esté listo en su totalidad el edificio de parqueaderos. También habrá reorganización de las celdas en el campus para mejorar la movilidad.
Algunos estudiantes como Javier Ramírez, reconocen que será más cómodo evitar la compra de tiquetes de parqueo con la recarga del carné en el nuevo sistema.
Otras voces en el campus reparan en el lucro que percibe la institución con el cobro del parqueo y en la estrechez de las actuales celdas, que se presta para que haya daños en los carros. Eso sí todos coinciden en lo difícil que es encontrar lugar a partir de las 7:30 a.m..
ANTECEDENTES
ESTOS ESTUDIANTES PREFIEREN TRANSPORTE PÚBLICO Y BICICLETA
David Julián Gual, estudiante de primer semestre de Ingeniería Mecánica de Eafit, lleva apenas cuatro días en la universidad y para trasladarse desde Ciudad del Río prefiere el bus que irse en su Toyota Corona, porque le sale más barato que pagar el día de parqueadero. Por su parte, la cartagenera Laura Martínez, de séptimo semestre de Administración de Negocios, vive al frente de Eafit y aprovecha las bicicletas universitarias para desplazarse en el campus. En tanto que Simón Villanueva, de primer semestre de Ingeniería de Procesos, reside en el barrio Sevilla y opta por viajar en metro.
EN DEFINITIVAPese al pico y placa y adición de celdas que implementan varias universidades de la ciudad para solucionar el problema del parqueo, estacionar en sus campus sigue siendo un conflicto.