Trabajadores y empresarios prenden las alarmas por la región, mientras soluciones como un polo agroindustrial siguen en el papel.
Los cultivos de coca en la Serranía de Abibe serían el destino que tendría parte de los 3.000 trabajadores bananeros, de 32 fincas, que están a punto de cerrar en Urabá.
Así lo prevé Guillermo Rivera Zapata, presidente de Sintrainagro, al dimensionar la crisis de esta actividad, que genera unos 100.000 empleos entre directos e indirectos, en la Región, y quien asegura que el año pasado unos 4.000 trabajadores quedaron cesantes. "Esos despidos no se notaron porque fueron repartidos en varias fincas, pero se vienen muchos despidos colectivos".
La inquietud del dirigente sindical es compartida por empresarios como Gabriel Harry Hinestroza, para quien el Gobierno debe tomar en serio un incremento del desempleo, que sería el caldo de cultivo del que se aprovechen los grupos armados al margen de la ley.
Otra voz de alarma la da Adolfo León Zapata Betancur, presidente del Consejo Directivo de la Cámara de Comercio de Urabá, quien sostiene que "se trata de una bomba de tiempo que podría estallar en el corto plazo".
Según cifras oficiales, Urabá es la segunda región, después del Bajo Cauca, con el mayor índice de necesidades básicas insatisfechas, cercano al 53,18 por ciento, cuando en Valle de Aburrá es de 11,51 por ciento. También ocupa el segundo lugar en miseria, en la que está sumida el 28 por ciento de su población.
Mientras el clamor por la adopción de correctivos que ayuden a la supervivencia del negocio bananero es generalizado, los planes para la redención y sostenibilidad económica en la zona agroindustrial siguen en el papel.
Opciones en estudio
El gobierno de Antioquia diseñó el Proyecto Integral Regional para el Desarrollo de Urabá, que recoge una serie de iniciativas que pudieran mover la economía con actividades diferentes a la producción, comercializaciónen y exportación de banano.
El asesor de la Gobernación de Antioquia, Federico Restrepo Posada, reconoce los esfuerzos adelantados para diversificar los cultivos con la siembra de piña, palma de aceite, cacao, caucho, sorgo y yuca, pero explica que los resultados se verán a mediano y largo plazo.
Restrepo aboga por impulsar una vocación adicional que aproveche el mar y el asentamiento de una zona industrial, que tenga y construya sus propios puertos. En el primer semestre de este año la Promotora de Proyectos y la firma Araujo Ibarra elaborarán un estudio para definir qué sectores industriales tendrían ventajas y oportunidades estableciéndose en Urabá y las especificaciones que requeriría un futuro desarrollo portuario para el Golfo, para que lleguen allí no solo buques bananeros sino graneleros y de carga.
Sobre el potencial carbonífero en la zona, del que se habló como la redención urabaense en la gobernación de Luis Alfredo Ramos, Restrepo indica que, si bien hay afloramientos en el Norte, su aprovechamiento no es competitivo. "En principio hubo mucho entusiasmo, pero se desvaneció cuando conocimos los detalles del potencial".
Más alternativas
Para los expertos, Urabá se desarrolló sobre la economía bananera y todo lo que se hace hoy es en función de esa actividad. Aunque coinciden en que es un reglón necesario y debe preservarse, también es el momento para complementarlo con otros negocios.
La Cámara de Comercio regional sostiene que generar el cambio cultural es difícil, pero se ha intentado diversificar cultivos, aunque duda de la eficacia si el fin de esas siembras es la exportación, porque finalmente, van a estar afectadas por la revaluación como lo está el banano hoy.
Sintrainagro apoya la diversificación, pero considera que generar el nivel de empleo del sector bananero es difícil.
"Han planteado la siembra de palma de aceite y ese cultivo no es intensivo en mano obra. Mientras una finca de 200 hectáreas de banano genera 300 empleos, una de palma con esa extensión solo da trabajo a 25 personas, así que esa no es la alternativa", aclara Rivera.
Otra posibilidad sería la ganadería, que ha mejorado y ampliado el hato en los últimos tiempos, pero al igual que el cultivo de palma no genera mucho empleo. Rodrigo Alberto Mejía Arango, gerente de las Subastas Ganaderas del Urabá Grande (Suganar), dice que en la región hay unas 750.000 cabezas de ganado, principalmente de cría, que ocupan un área de 500.000 hectáreas, por lo que aconseja la siembra palma.
A eso se suma que desde la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol), Álvaro Ernesto Palacio Peláez, critica la baja productividad de plátano en Urabá: "mientras una hectárea produce 7,5 toneladas en la zona, en el Eje Cafetero llega a 15 y en la Orinoquía es de 30 toneladas".
Por ahora, trabajadores, gremios y empresarios de Urabá solo esperan que la revaluación que afecta al banano no se acentúe y siga pasando factura de cobro con despidos, pues, de fondo, es el detonante de una bomba social en una región con muchas necesidades y cuyas mayores promesas de desarrollo siguen en veremos.
ANÁLISIS
Lo que no se haga en Urabá, lo sufre Medellín
Juan Sebastián Betancur Escobar
Presidente de Proantioquia
Es cierto que hay una crisis del banano en Urabá por todo lo que se ha conocido en cuanto a la baja tasa de cambio e incertidumbres del comercio exterior.
De ahí que desde Proantioquia apoyamos el proyecto de desarrollo integral e inclusivo para esa región que impulsa el gobernador, Sergio Fajardo, y que no solo pasa por mejorar las condiciones económicas, sino también sociales de Urabá.
Además hay una realidad cruda que se aplica a esa región, el nordeste y Bajo Cauca antioqueños: si no resolvemos sus problemas de desarrollo, se mantendrán los problemas de seguridad en el Valle de Aburrá.
De ahí que hay varias prioridades que deben ejecutarse simultáneamente. De un lado, la urgente titulación de tierras, lo que protege la propiedad privada y pone los cimientos para mantener el arraigo de los pobladores de la región y aumentar la inversión. De otro lado, se debe trabajar en educación e infraestructura.
A estas alturas, uno no se explica cómo teniendo el mar al lado, a pocas horas, no se haya desarrollado antes un proyecto tan importante como las Autopistas de la Prosperidad, que beneficia no solo a Medellín sino a todo el interior del país. Pero no hacemos la tarea bien con solo una carretera, sino que es necesario que la gente de Urabá tenga una formación pertinente y mayores coberturas en educación básica, media, técnica y superior.
Ese salto en formación ahora puede ser posible si se canalizan recursos del nuevo esquema de distribución regalías, ya que, por fin, se comenzará a ver el flujo de recursos del Gobierno hacia las regiones.
Con esos presupuestos, se podría pensar en un desarrollo más inclusivo que venga acompañado de más servicios de justicia, salud y bienestar para la población, todo eso en una coordinación entre instancias oficiales nacionales, departamentales y locales.
COLOMBIAN HEADLINES
BANANA CRISIS IS A 'TICKING TIME BOMB'
The president of Sintrainagro, Guillermo Rivera, fears that the 3,000 workers who will lose their jobs when 32 banana farms close in Urabá will end up working in the coca plantations of the Abibe mountain range. The Government, say business executives, needs to take the unemployment situation in this region seriously because it's exactly the type of scenario that would make illegal armed groups rush to recruit laborers. In Urabá, where banana farming is a source of income for 100,000 people, the level of unsatisfied basic needs is 53,18 percent, second only to the Lower Cauca region.
OPINIONES
CERRAR ESPACIO A LA DELINCUENCIA
Gabriel Harry Hinestroza
Empresario
"Ya hemos planteado los riesgos que se tienen en una región como Urabá, todavía en convalecencia, por haber sufrido todos los embates de los grupos al margen de la ley".
Juan Felipe Laverde
Gerente de Corbanacol
"En Urabá hay que preparar a la juventud en temas como el bilingüismo para encarar las oportunidades que tiene la región. También son necesarios más esfuerzos institucionales".
Guillermo Rivera Zapata
Presidente de Sintrainagro
"No podemos dejar que 3.000 trabajadores se vayan a la calle en una zona tan complicada. Es necesaria la ayuda y el Ministerio de Trabajo ya conoce la problemática".
EN DEFINITIVAEl diagnostico es conocido desde hace tiempo, pero las fórmulas planteadas siguen sin aplicarse y la problemática va ganando espacio y los síntomas de la gravedad ya se evidencian.