Se han registrado 90 controles en enero en Medellín. Once personas resultaron afectadas en una semana, en distintos sitios del occidente de la ciudad.
De una cañada en el cerro Manzanillo, parte alta de Altavista los bomberos rescataron ayer, al mediodía, al topógrafo Juan Jaramillo, de 27 años, quien fue atacado por abejas cuando, con otros tres compañeros, realizaba mediciones en un lote.
Por las picaduras que sufrió y un golpe que recibió al caerse cuando huía de los insectos, tuvo que ser llevado a la Clínica Las Américas, mientras que sus tres compañeros fueron socorridos por los bomberos, porque no revestían gravedad.
Este ataque se suma a dos ocurridos en una semana en Medellín que dejaron a 7 personas picadas, una de ellas, Alonso Correa Arroyave, de 68 años, en delicado estado de salud.
Alonso, desde una habitación del hospital Manuel Uribe Ángel, de Envigado, donde aún sigue internado, recordó que el martes de la semana pasada salió en la tarde a caminar por la urbanización Quintas de San Javier, en la comuna 13. Se sentó en unas escalas y de un poste salió una abeja que lo picó. Luego se le lanzó el resto del enjambre y le cubrió la cabeza "y de ahí no recuerdo más, porque recobré el conocimiento al otro día en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Envigado", narró.
El lunes, en la Avenida 80, en la Floresta, otro enjambre atacó a seis transeúntes y dos de ellos fueron hospitalizados.
El mismo lunes los bomberos acudieron al templo de Nuestra Señora de los Dolores de Robledo, donde había un panal en el campanario, a 30 metros de altura.
La colmena solo pudo ser destruida cuatro horas después. Al otro día los socorristas tuvieron que regresar, porque en el techo había más enjambres.
El padre Guillermo Gómez, párroco de Robledo, indicó que hace más de un año tenía los insectos en el lugar y que, de milagro no habían atacado a nadie, pero ante la forma como en esta temporada los estaba alborotando el calor optó por acudir a los bomberos.
¿Qué está pasando?
El director del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Emergencias y Desastres de Medellín, Carlos Gil, tiene la explicación: la temperatura incomoda las abejas y las termina por alborotar. Por eso aconsejó a la ciudadanía no manipular ni intentar solucionar el problema por su propia cuenta. "Cuando alguien mata una abeja, esta expele feromonas y, como mecanismo de defensa, la colmena ataca, así esté a un kilómetro de distancia".
Por eso solicitó llamar a los expertos de los bomberos, marcando el 123.
El riesgo de un ataque
El médico experto en Toxinología Rafael Otero alertó que los ataques de abejas son serios, porque pueden derivar dos tipos de reacciones: si las picaduras son pocas, no más de 10, puede presentarse una alergia, en especial si ha habido una exposición en el pasado. Esta alergia puede llevar a que el paciente se asfixie, por el cierre de la garganta, se le hinchen los párpados y la cara, además del sitio de la picadura.
Cuando son más de 10 las picaduras, ocurren reacciones tóxicas que ponen en riesgo la vida por complicaciones renales, cardiovasculares, pulmonares y hematológicos, por lo que se requiere una unidad de cuidados intensivos.
CLAVES
EVITE AROMAS Y RUIDOS FUERTES
1. Evitar olores fuertes (lociones), ropa de color intenso y si tiene cerca panales, use ropas habanas y de tonos pastel.
2. También las irritan los ruidos fuertes de los equipos de sonido, carros, motosierras y guadañadoras.
3. No las ataque, trate de retirarlas suavemente y deje que el animal siga volando sin hacer maniobras que lo alteren.
EN DEFINITIVAHace más de 20 años las abejas africanizadas llegaron al país procedentes de Brasil. Son una realidad en nuestro medio y lo mejor es aprender a convivir con ellas sin atacarlas ni irritarlas.