Este mes Conconcreto entrega estudios y diseños para la rehabilitación integral. Su cierre ha dejado pérdidas económicas.
El deterioro del puente de Occidente José María Villa, monumento arquitectónico nacional, generó una tragedia el martes 29 de noviembre de 2011, en la que, por la ruptura de varias tablas del paso peatonal, el profesor Elkin Mario Castaño, de 31 años, y su hija Valeria, de ocho, cayeron al río Cauca y jamás aparecieron.
Los daños también han afectado a muchos trabajadores de los negocios cercanos, que se quedaron sin empleo por las restricciones de que ha sido objeto la estructura desde el 17 de diciembre de 2011: cerrada unos meses, con paso para peatones, motos y mototaxis después y, desde el pasado 15 de diciembre, habilitada también para ambulancias y carros particulares y de transporte escolar livianos.
Además, han perjudicado a Olaya, Liborina y Sabanalarga, que perdieron visitantes y cuyas comunidades no podían viajar por allí hacia el hospital San Juan de Dios, de Santa Fe de Antioquia, de segundo nivel, o rumbo a colegios, pues tenían que dar la vuelta por Sopetrán.
Por eso, estas poblaciones del Occidente anhelan las obras que rehabilitarán el puente totalmente y tranquilizarán a sus usuarios.
Mauricio Valencia, secretario de Infraestructura de Antioquia, dijo que en enero Conconcreto entregará los estudios y diseños con los que la Gobernación definirá el plan integral para el puente y su costo. Precisó que estos documentos irán al Ministerio de Cultura para su aprobación y que en marzo se abriría la licitación por más de mil millones de pesos, que se adjudicaría en junio.
Será un trabajo en el que también participarán la Secretaría de Productividad, Olaya y Santa Fe de Antioquia.
Agregó que con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo están estimando otros recursos para invertir en infraestructura turística, como un portal de comidas, parqueadero y mirador.
Henry Roldán, dueño de una fonda cerca del puente, dijo que desde diciembre de 2011 hasta diciembre de 2012 los negocios de la zona registraron pérdidas. Mientras que, con la apertura de hace un mes, las ventas se triplicaron. Este comerciante de Santa Fe pidió que las autoridades le informen a la ciudadanía lo que se va a hacer allá.
Se reactivó el turismo
Juan de Dios Pineda, alcalde de Olaya, expresó que en el último mes aumentaron los visitantes a su municipio. Sobre los cierres, apuntó: "Por el puente nos demoramos una hora para ir a Santa Fe, mientras que por Sopetrán, dos. A los estudiantes se les incrementan los pasajes: de 6.000 pesos pasan a 12.000. En la zona, de 100 empleados indirectos los fines de semana pasamos a tener cuatro o cinco".
Sugirió que una alternativa es pavimentar La Ye (Sopetrán) - puente de Occidente, lo que, según su información, está en los planes de la Gobernación.
Por su parte, Adriana Maya, alcaldesa de Liborina, agregó que la vía a su municipio está mala en 15 kilómetros, desde Sopetrán hasta las partidas del corregimiento Sucre (Olaya), lo que, sumado a los problemas del puente, mermó los visitantes a su localidad.
Ella está dispuesta a revisar las regalías para una intervención inmediata del puente o de la vía alterna Colfrutas (Sopetrán) - La Florida (Olaya).
PARA SABER MÁS
ASÍ ESTÁ FUNCIONANDO EL PUENTE
La Gobernación firmó un pacto con Santa Fe y Olaya para el control de la movilidad por el puente. Agentes de tránsito y policías de ambos municipios regulan el tráfico en cada extremo, entre las 7:00 a.m. y las 9:00 p.m., hora en la que queda cerrado con cadena, excepto para ambulancias y otros vehículos de emergencias. También controlan las velocidades, pues los peatones comparten el carril central con los vehículos; los costados están cerrados. El paso provisional va hasta el 20 de enero, cuando se cerrará para carros por los trabajos previos a la rehabilitación.
EN DEFINITIVA
En marzo se abriría la licitación para contratar la rehabilitación del puente, que se adjudicaría en junio. Nación, Gobernación, Olaya y Santa Fe invertirán más de $1.000 millones este año en la estructura.