Según autoridades, el conductor de 53 años aceptó los cargos ante la justicia. Lo detuvieron por dos casos, podrían ser más.
Un taxista de 53 años aceptó en un estrado judicial de Medellín que les suministraba una sustancia a sus pasajeros para dejarlos inconscientes y robarles.
Esta conducta comenzó a descifrarse el año pasado, cuando el CTI recibió una denuncia de un hurto. La víctima fue un servidor público de la Contraloría de Chocó, quien narró que a las 11:00 p.m. del 13 de julio de 2011 tomó un taxi en el centro de la ciudad.
El conductor le ofreció al funcionario beber de una botella de aguardiente, y tras dos sorbos del licor, su mente comenzó a divagar, según el expediente.
Despertó al día siguiente en el hotel donde se hospedaba. Le habían robado el celular, objetos personales y tarjetas bancarias. El ladrón hizo retiros en cajeros electrónicos por valor de 3'200.000 pesos, para un avalúo total del robo de 5 millones de pesos.
Los investigadores encontraron en el sistema otra denuncia similar, por un caso del 28/11/10. En esa oportunidad, un profesional abordó un taxi también en el Centro.
No recuerda cómo le suministraron la droga, pero en un abrir y cerrar de ojos resultó en una calle del mismo sector, cinco horas después de haber subido al vehículo y sin saber cómo llegó ahí. También lo habían saqueado.
El CTI ubicó los videos de vigilancia de los cajeros electrónicos donde se hicieron los retiros con las tarjetas de las dos víctimas y detectaron que se trataba del mismo hombre.
En varias grabaciones se observaba un taxi Hyundai Atos en el fondo y los investigadores sospecharon que aquel personaje era un taxista.
Con la imagen impresa del video recorrieron las empresas de taxis hasta encontrar una donde lo reconocieron. Su nombre era Roberto Marín.
Según fuentes judiciales, a las 2:55 p.m. del pasado miércoles lo capturaron en la carrera 52 con la calle 60 y al día siguiente fue presentado ante el Juzgado Cuarto Penal Municipal de Medellín. La Fiscalía le imputó hurto calificado, hurto por medios informáticos y falsedad en documento privado.
Marín aceptó los cargos y fue enviado a la cárcel Bellavista con medida de aseguramiento intramural.
PARA SABER MÁS
RECOMENDACIONES
En esta época de alta actividad comercial se disparan los atracos y el método de suministrar sustancias a las víctimas es cada vez más común. Los investigadores recomiendan pedir siempre un taxi a una central telefónica; en su defecto, darle los datos del vehículo a una persona de confianza y avisarle cuando llegue a su destino.