LAS CONDICIONES TÉCNICAS que presenta la estación del metroplús para el acceso de personas con discapacidad puede terminar en un lío jurídico y en un posible detrimento patrimonial.
De no llegarse a una solución concertada en la mesa de trabajo que se conformó para analizar las dificultades que presenta la estación San Pedro de metroplús para operarla, quien tendría que tomar una decisión definitiva sobre su futuro sería un juez de la República.
Y todo parece indicar que la situación va a llegar a esta instancia por las posiciones que tienen cada una de las partes, es decir, el Metroplús que fue la encargada de construirla y el Metro que debería operaría.
Aunque el sistema está rodando desde el pasado 22 de diciembre, el Metro ha sido claro en su posición de no recibir la estación por las condiciones técnicas en que fue construida pues no cumple con la ley y la normatividad exigidas para brindar accesibilidad a personas con movilidad reducida (PMR).
La norma técnica colombiana en uno de sus capítulos establece los requisitos y las dimensiones adecuadas mínimas para pendientes longitudinales, que deben tener los edificios y espacios urbanos para permitir que las PMR puedan ingresar.
Esta específica que en longitudes, entre 6 y 10 metros, la pendiente máxima es del 6 por ciento; que entre 3 y 6 metros la pendiente máxima es del 8 por ciento y que en longitudes entre 1,5 metros y 3 metros la pendiente máxima puede llegar hasta el 10 por ciento.
"La estación en su interior tiene una longitud de 52 metros, con una pendiente de 14,7 por ciento. En este caso la máxima permitida sería del 6 por ciento", explica Tomás Elejalde, gerente de Operaciones del Metro.
Además del problema de accesibilidad que tiene la estación por el grado de inclinación tan alto que tiene, esta situación puede generar también problemas de ergonomía a las personas que permanecen dentro de la estación, tanto los usuarios que deben esperar hasta 10 minutos para abordar los buses, como para las que cumplen labores dentro de ellas en jornadas hasta de ocho horas.
Por la pendiente tan pronunciada también existe un claro riesgo de que al conductor se le descuelgue el vehículo en el momento del arranque, porque allí el bus va muy pesado, y se produzca un movimiento brusco que genere accidentes con los pasajeros dentro del bus.
Por tanto el arranque allí tendría que ser muy lento, lo que influye en los tiempos de recorrido. "Operar la estación con las dificultades técnicas que tiene es hacerlo en contra de la ley", asegura Elejalde.
Metroplús
La empresa Metroplús, por su parte, asegura que la estación se puede operar y se basa en un concepto emitido por la Fundación Colombia Accesible que realizó un diagnóstico para ver las condiciones de autonomía que se dan para acceder a la estación.
Este indicaba que la estación es accesible con asistencia para personas con cierta discapacidad, como las que están en sillas de rueda y que tienen dificultad para caminar.
"El acceso a la estación se puede dar con personal de apoyo y capacitado hasta el ingreso al vehículo", afirma Natalia Jaramillo, directora de Transporte de Metroplús.
Añade que en el estudio, la Fundación les hizo una recopilación internacional de sistemas de asistencia que se utilizan en diferentes modos de transporte como el aéreo y por eso concluyeron que esta situación se puede resolver con asistencia. Además, recomiendan una señalización.
Precisa que se está revisando con una firma de ingenieros la operatividad de la estación y las posibles adecuaciones que se le deban hacer.
Para el docente investigador del Politécnico Jaime Isaza Cadavid, Álvaro Ortega, el problema de accesibilidad es evidente en el exterior y en el interior, corroborado con discapacitados en la propia estación.
"Además, veo que solo tiene un ingreso por la parte superior, con una 'salida de emergencia' en la parte inferior, que ni para personas sanas clasifica", expresa Ortega.
Igualmente, dice, por el costado derecho bajando hacia la estación Hospital, la acera, a mitad de cuadra, esta interrumpida por unas escalas, por lo que el discapacitado se tendría que salir a la calle para continuar su camino, lo que representa un riesgo de accidente.
Reconoce Ortega que la accesibilidad exterior es un tema de topografía de la ciudad, pero que al interior es necesario revisarla.
"Muy difícil el acceso exterior e incluso el interior por el declive que tiene, lo que incluso representa una dificultad para esperar dentro de la estación el bus", comenta Giovani López, uno de los discapacitados que participó en la prueba.
Según el presidente del Concejo de Medellín, Bernardo Guerra Hoyos, la asistencia no resuelve los riesgos que se corren si se entra a operar la estación con las condiciones actuales, las cuales pudieron constatar en la visita realizada recientemente a la obra.
También considera que el Metro no puede asumir los incrementos en el costo por los seguros, si llega a la decisión de operarla.
Pero más grave aún es que "en el momento es que se determine que ésta no se puede operar o que haya que invertir recursos para adecuarla, inmediatamente tendrá que entrar la Contraloría a ejercer sus funciones para determinar las responsabilidades a que haya lugar, pues lo que se configura es un claro detrimento patrimonial", anota Guerra Hoyos.
Agrega que es insólito que se entregue una estación en esas condiciones y que se apruebe construirla en un sitio no apropiado, que incluso en una comunicación del 1° de diciembre (ver recuadro) y respondiendo a un seguimiento por parte de la Contraloría, la Dirección de Planeación Municipal hace la salvedad que dentro de las aprobaciones que hizo no estaba la de la ubicación.
Antecedentes
Planeación no aprobó ubicación de la estación
En respuesta a un informe de seguimiento realizado por la Contraloría, del 1° de diciembre de 2011, sobre actividades previas a la operación del sistema metroplús (estación San Pedro), luego de que en una reunión de la mesa de trabajo, el Metro de Medellín advirtiera que la estación no cumple con las normas mínimas para operar, debido a los riesgos que representa, por cuanto está construida sobre una pendiente natural del terreno en el sector del 14,7 por ciento a lo largo de toda la longitud de 52,8 metros, la Dirección de Planeación Municipal hizo la salvedad en un documento que no aprobó la ubicación de la estación ni las especificaciones técnicas ni operacionales.
El documento hace referencia al estudio realizado por la firma auditora Willis Delima Marsh, en el que se concluye que la mencionada estación no satisface con el nivel de accesibilidad básico exigido para este tipo de edificaciones, según lo previsto en el decreto reglamentario 1660 y en la Norma Técnica Colombiana 4143 y 4279.
Por eso aclara que si bien existe una aprobación por parte de este Departamento Administrativo, es solo lo correspondiente al diseño geométrico de las vías, no de la ubicación de la estación como tal ni las especificaciones técnicas ni operacionales de ésta. Es por ello que en los oficios de respuesta elaborados en los años 2007 y 2008 en torno a la aprobación del alineamiento horizontal del corredor del sistema metroplús, se deja en claro que la parte operacional del sistema es responsabilidad de la empresa Metroplús S.A.