Varias decenas de personas se concentraron la noche del pasado miércoles en la Plaza de la Luz, al frente del centro administrativo La Alpujarra, en Medellín, para protestar en un cacerolazo contra el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
Los promotores convocaron manifestaciones en 20 ciudades del país en las que, a partir de las 7:00 p.m., protestaron contra la reforma tributaria, la política agraria, la inseguridad, el reconocimiento a las víctimas, el fallo de La Haya, los diálogos de paz con las Farc y otras políticas del actual Gobierno.
En Medellín, el llamado cacerolazo llamó la atención por la que calificaron como "pérdida de la seguridad democrática" en gran parte del país.
En otras ciudades de Colombia también se vivió con intensidad. En Bogotá las personas se reunieron en la Plaza de Bolívar, en Cartagena en la Torre del Reloj, en Cali en el Parque del Perro, en Bucaramanga en el Parque Turbay, en Barranquilla en la Plaza de la Paz, en Barrancabermeja en el parque central, en Meta en el municipio de las Acacias y en Valledupar en la Plaza Alfonso López Pumarejo.
Cómo se planeó el cacerolazo
Las redes sociales fueron las que agitaron la idea de un cacerolazo contra el presidente Juan Manuel Santos. A través del hashtag #cacerolazoPaSantos y #5D se invitó a protestar contra el primer mandatario.
Los organizadores fueron el Comando Nacional Unitario, integrado por las centrales obreras del país, Fundación Damas Verde Oliva, y organizaciones sindicales y estudiantiles.
"La idea salió de un grupo de ciudadanos muy activos en Twitter" que "defraudados y engañados" por las políticas del presidente Santos decidieron impulsar la protesta pacífica, indicó Erika Salamanca (@ErikaSalamanca) una de las impulsadoras del cacerolazo.
Los argumentos que esgrimen los promotores, son la inconsistencia del mandatario a la hora de aplicar las políticas con las que fue elegido, el descuido de la seguridad en el país, el reconocer a las Farc como actores de un conflicto armado y el "manejo burócrata y populista" que, según ellos, le ha dado al Estado.
Si bien algunos argumentos son bandera de la nueva oposición uribista, "mucha gente que no es uribista quiere unirse al cacerolazo por inconformidad contra el Gobierno". Afirma Erika Salamanca para quien esta marcha debe ser un pellizco a la sociedad para que despierte, reaccione y tome conciencia sobre a quienes están eligiendo. "Tenemos que tomar medidas para el 2014", sentenció.
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Cacerolazo contra el presidente Santos se sintió en Medellín
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