Hoy, a la medianoche, luces, voladores y chorrillos le darán la bienvenida a diciembre. Es la alborada, acto alegre para algunos, pero incómodo y doloroso para muchos otros. Más, si tenemos en cuenta que en Antioquia, en noviembre, 10 personas han sufrido quemaduras por pólvora; ocho de ellas, menores de edad.
En 2003, los jefes del bloque paramilitar Cacique Nutibara, liderados por Diego Fernando Murillo, alias Berna, celebraron su desmovilización con sus militantes, y la fiesta la acompañaron con cientos de voladores y papeletas.
Desde entonces, cada medianoche del 30 de noviembre se produce la quema de pólvora. El hecho esporádico pasó a costumbre; de mafiosos se expandió a buena parte de la población, y de pocas comunas de Medellín, a todo el Valle de Aburrá.
"El elemento más curioso de las alboradas es la estética narco que viene de los 80 para celebrar la llegada de un cargamento, incluso cubrir acciones violentas", conceptuó el antropólogo Gregorio Henríquez.
Se volvió una manifestación cultural temida por las autoridades. Zulma del Campo Tabares Morales, gerente de Salud Pública de la Gobernación, afirmó que es una de las jornadas de más quemados, superada solo por la noche del 31 de diciembre.
En la alborada de 2010, 18 personas sufrieron lesiones por pólvora. Y en 2011, 25. Es decir, 38,8 por ciento más.
La Navidad pasada fue especialmente trágica, pues entre el 1 de diciembre de 2011 y el 17 de enero de 2012, en Antioquia se registraron 258 quemados, lo que le dio el primer puesto nacional, con el 29,4 por ciento de los casos del país. Y de los 258 lesionados, 118 fueron menores de edad.
Ancianos, enfermos, quienes repudian el ruido y hasta los animales, también padecen la alborada.
Las autoridades reconocen que es difícil evitar que se celebre así esta noche. Sin embargo, insisten en que los juegos pirotécnicos deben ser manipulados por expertos y por entes que tengan permiso.
Esto, porque los alcaldes metropolitanos prohibieron la fabricación, la venta y el uso de la pólvora en esta temporada, y lanzaron campañas de prevención, controles y sanciones para, al menos, bajar a la mitad el número de quemados en el departamento.
Diana Patricia Ledesma, del Grupo de Prevención del ICBF, regional Antioquia, indicó que los padres o cuidadores irresponsables de menores quemados son sancionados con talleres pedagógicos, multas de entre 566.700 pesos y 2.833.500 pesos, arresto o hasta con la pérdida de la patria potestad.
Por su parte, el general Yesid Vásquez Prada, comandante de la Policía Metropolitana, reportó que en noviembre incautaron cinco toneladas de pólvora en el Aburrá, principalmente en Caldas, La Estrella y el sector Caicedo, de Medellín. Agregó que quienes fabriquen, almacenen o vendan pólvora pueden ser multados por inspectores de policía.
"Ojalá podamos incautar mucha pólvora. Sabemos que no podemos evitar la quema, porque es una cultura, pero vamos a hacer nuestro mayor esfuerzo operativo", sostuvo.
Mientras que Jorge Mejía Martínez, secretario de Gobierno de Medellín, subrayó que la Alcaldía les ofrece recompensas hasta de 5 millones de pesos a quienes denuncien producción, almacenamiento y venta de pólvora en esta temporada. Los reportes se deben hacer en la línea 123.
"Estamos alerta, pero sabemos que no es posible acabarla (la alborada) de la noche a la mañana", comentó y añadió que los 1.400 policías que llegaron de refuerzo vigilarán la situación esta noche.
PARA SABER MÁS
ORIENTE PREOCUPA A LAS AUTORIDADES
Además del sur del Aburrá, el Oriente es la otra zona de Antioquia que preocupa a las autoridades en cuestión de quema de pólvora. Santiago Londoño, secretario de Gobierno departamental, consideró que el tema es cultural, pero con la Policía están atentos para controlar. El Comité Metropolitano de Prevención de la Pólvora le prestará hoy un acompañamiento especial a La Ceja.
EN DEFINITIVASi bien las autoridades reconocen que la alborada se volvió una manifestación cultural, saben que es peligrosa e incómoda y trabajan fuertemente en prevención, control y sanciones.
En 2003, los jefes del bloque paramilitar Cacique Nutibara, liderados por Diego Fernando Murillo, alias Berna, celebraron su desmovilización con sus militantes, y la fiesta la acompañaron con cientos de voladores y papeletas.
Desde entonces, cada medianoche del 30 de noviembre se produce la quema de pólvora. El hecho esporádico pasó a costumbre; de mafiosos se expandió a buena parte de la población, y de pocas comunas de Medellín, a todo el Valle de Aburrá.
"El elemento más curioso de las alboradas es la estética narco que viene de los 80 para celebrar la llegada de un cargamento, incluso cubrir acciones violentas", conceptuó el antropólogo Gregorio Henríquez.
Se volvió una manifestación cultural temida por las autoridades. Zulma del Campo Tabares Morales, gerente de Salud Pública de la Gobernación, afirmó que es una de las jornadas de más quemados, superada solo por la noche del 31 de diciembre.
En la alborada de 2010, 18 personas sufrieron lesiones por pólvora. Y en 2011, 25. Es decir, 38,8 por ciento más.
La Navidad pasada fue especialmente trágica, pues entre el 1 de diciembre de 2011 y el 17 de enero de 2012, en Antioquia se registraron 258 quemados, lo que le dio el primer puesto nacional, con el 29,4 por ciento de los casos del país. Y de los 258 lesionados, 118 fueron menores de edad.
Ancianos, enfermos, quienes repudian el ruido y hasta los animales, también padecen la alborada.
Las autoridades reconocen que es difícil evitar que se celebre así esta noche. Sin embargo, insisten en que los juegos pirotécnicos deben ser manipulados por expertos y por entes que tengan permiso.
Esto, porque los alcaldes metropolitanos prohibieron la fabricación, la venta y el uso de la pólvora en esta temporada, y lanzaron campañas de prevención, controles y sanciones para, al menos, bajar a la mitad el número de quemados en el departamento.
Diana Patricia Ledesma, del Grupo de Prevención del ICBF, regional Antioquia, indicó que los padres o cuidadores irresponsables de menores quemados son sancionados con talleres pedagógicos, multas de entre 566.700 pesos y 2.833.500 pesos, arresto o hasta con la pérdida de la patria potestad.
Por su parte, el general Yesid Vásquez Prada, comandante de la Policía Metropolitana, reportó que en noviembre incautaron cinco toneladas de pólvora en el Aburrá, principalmente en Caldas, La Estrella y el sector Caicedo, de Medellín. Agregó que quienes fabriquen, almacenen o vendan pólvora pueden ser multados por inspectores de policía.
"Ojalá podamos incautar mucha pólvora. Sabemos que no podemos evitar la quema, porque es una cultura, pero vamos a hacer nuestro mayor esfuerzo operativo", sostuvo.
Mientras que Jorge Mejía Martínez, secretario de Gobierno de Medellín, subrayó que la Alcaldía les ofrece recompensas hasta de 5 millones de pesos a quienes denuncien producción, almacenamiento y venta de pólvora en esta temporada. Los reportes se deben hacer en la línea 123.
"Estamos alerta, pero sabemos que no es posible acabarla (la alborada) de la noche a la mañana", comentó y añadió que los 1.400 policías que llegaron de refuerzo vigilarán la situación esta noche.
PARA SABER MÁS
ORIENTE PREOCUPA A LAS AUTORIDADES
Además del sur del Aburrá, el Oriente es la otra zona de Antioquia que preocupa a las autoridades en cuestión de quema de pólvora. Santiago Londoño, secretario de Gobierno departamental, consideró que el tema es cultural, pero con la Policía están atentos para controlar. El Comité Metropolitano de Prevención de la Pólvora le prestará hoy un acompañamiento especial a La Ceja.
EN DEFINITIVASi bien las autoridades reconocen que la alborada se volvió una manifestación cultural, saben que es peligrosa e incómoda y trabajan fuertemente en prevención, control y sanciones.