Cuando todo estaba dado para iniciar el juicio oral en el proceso que se le sigue a la joven Alejandra Salazar Rengifo por su presunta culpabilidad en la muerte de la niña Válery Pérez Torres, que cayó del piso 18 de un edificio en El Poblado, la audiencia se aplazó.
Aunque estaban la procesada -custodiada por guardias del Inpec-, sus abogados y familiares, y también los padres de la niña, abogados y allegados, la falta de una prueba hizo que la Juez Primera Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento, que lleva el caso, reprogramara la audiencia para el 14 de diciembre.
"Se trata de una representación física del episodio (la caída de la niña), una prueba muy importante", explicó la Fiscal del caso.
Para Jehimy Torres y Myriam Muñoz, madre y abuela de Válery, cada aplazamiento es traumático, pues viven en Bogotá y deben pagar viajes y estadía en Medellín.
"Me está tocando vender boletas para recoger la plata", relató doña Myriam.
Aunque estaban la procesada -custodiada por guardias del Inpec-, sus abogados y familiares, y también los padres de la niña, abogados y allegados, la falta de una prueba hizo que la Juez Primera Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento, que lleva el caso, reprogramara la audiencia para el 14 de diciembre.
"Se trata de una representación física del episodio (la caída de la niña), una prueba muy importante", explicó la Fiscal del caso.
Para Jehimy Torres y Myriam Muñoz, madre y abuela de Válery, cada aplazamiento es traumático, pues viven en Bogotá y deben pagar viajes y estadía en Medellín.
"Me está tocando vender boletas para recoger la plata", relató doña Myriam.