A las puertas de las festividades de Navidad y año nuevo, el gerente de la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), Fernando Restrepo, hizo un llamado a la comunidad y a las autoridades por dos fenómenos que afectan las finanzas del departamento y la salud de los usuarios: el contrabando y el licor adulterado.
Si bien advirtió la persistencia del ingreso ilegal de wisky, vodka y ron de países vecinos, consideró que es "más grave" la adulteración.
Por esa situación -estimó- se dejan de recibir unos 100.000 millones de pesos en impuestos para la región.
Según explicó, los tres focos más complicados de producción están en el Valle de Aburrá (de manera especial en los municipios de Bello y Envigado), en Bogotá y en las ciudades de la Costa Atlántica. "Como somos los líderes en ventas en esos territorios, esos son los licores que adulteran", comentó.
La magnitud del problema es tal que el gerente de la FLA apreció que la acción de las autoridades de rentas y de Policía es insignificante.
"En los operativos no se le pega ni al 5 por ciento del problema, y se le suma otra situación: nuestros distribuidores no pueden entrar a muchos barrios de Medellín y Bello, como la parte alta de Castilla, Pedregal, El Picacho y Picachito, 12 Octubre, Villa Tina y La Sierra, porque las bandas los bloquean", manifestó.
La dificultad identificada -advirtió Restrepo, es que el licor adulterado entró a jugar un papel igual en la financiación de bandas como el del microtráfico y el boleteo.
Si bien advirtió la persistencia del ingreso ilegal de wisky, vodka y ron de países vecinos, consideró que es "más grave" la adulteración.
Por esa situación -estimó- se dejan de recibir unos 100.000 millones de pesos en impuestos para la región.
Según explicó, los tres focos más complicados de producción están en el Valle de Aburrá (de manera especial en los municipios de Bello y Envigado), en Bogotá y en las ciudades de la Costa Atlántica. "Como somos los líderes en ventas en esos territorios, esos son los licores que adulteran", comentó.
La magnitud del problema es tal que el gerente de la FLA apreció que la acción de las autoridades de rentas y de Policía es insignificante.
"En los operativos no se le pega ni al 5 por ciento del problema, y se le suma otra situación: nuestros distribuidores no pueden entrar a muchos barrios de Medellín y Bello, como la parte alta de Castilla, Pedregal, El Picacho y Picachito, 12 Octubre, Villa Tina y La Sierra, porque las bandas los bloquean", manifestó.
La dificultad identificada -advirtió Restrepo, es que el licor adulterado entró a jugar un papel igual en la financiación de bandas como el del microtráfico y el boleteo.